¿En qué lugar de la nevera se tiene que guardar la leche? Lo más normal es pensar que los huecos que encontramos en la puerta del frigorífico están destinados a botellas como las de la leche, pero ¿es así?, ¿guardas la leche en el lugar correcto de la nevera?.
¿Guardas la leche en el lugar correcto de la nevera?
Seguro que la puerta de tu nevera contiene alguna botella de agua o de refresco y también como no, de leche, pero lo cierto es que este no es el sitio correcto en el que debes guardarla.
De igual forma los huevos tampoco van en la puerta de la nevera, y eso que prácticamente todas, tienen en su diseño de fábrica una huevera en la parte superior de la puerta, que en realidad, tan solo tendría que contener aquellos alimentos que no se estropeen si no les toca el frío, como por ejemplo refrescos, el agua o también algunas salsas que no sean casera.
Si lo pensamos, nos pasamos el día abriendo y cerrando la nevera, lo que provoca distintas variaciones constantes de temperatura, y a esto se le suma el hecho de que la puerta sea la parte del frigorífico menos fría, y de ahí que en ella tan solo sea bueno colocar alimentos menos perecederos ante la falta de frío.
Y no solo eso, sino que con las variaciones de temperatura antes mencionadas, los alimentos ubicados en la puerta, pueden presentar gotas de condensación debido al contraste con la baja temperatura en esta zona. Si estas gotas están contaminadas por algún microorganismo, estos podrían atravesar la cáscara de los huevos y acabar estropeándolos.
¿Dónde guardar la leche?
Si compras la leche UHT o uperizada, que es aquella que se encuentra a temperatura ambiente en los supermercados, no es necesario meterla en la nevera nada más llegar a casa; de hecho puede aguantar almacenada fuera del frigorífico hasta seis meses ya que en su elaboración pasa por un proceso en el que la leche se calienta a 100 grados centígrados durante unos tres o cuatro segundos, para que de este modo conserve sus cualidades nutritivas casi intactas y se elimine casi toda la presencia de microorganismos.
Pero si abrimos una botella o brick, entonces sí que será necesario conservarla dentro de la botella, pero no en la puerta, y consumirla en un plazo de 4 a 6 días.
Lo mejor es que coloquemos la leche en los estantes superiores y centrales de la nevera, ya que es una zona fría, aunque mantiene una temperatura estable y no se verá afectada por la «contaminación» de otros alimentos cercanos como por ejemplo el jugo de la carne.
Lo mismo ocurre con la leche fresca, que sí debe meterse en la nevera nada más comprarla y además consumirla en un plazo de dos a tres días.
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