Que fumar es perjudicial para la salud ya lo sabíamos. Pero muy poco se habla de los efectos nocivos que tiene el tabaco en nuestro sistema cerebral. Nos preguntamos… ¿Qué pasa en nuestro cerebro cuando fumamos un cigarro?
Envejecimiento cerebral
Varios investigadores de la Universidad de Edimburgo (Reino Unido) analizaron los datos de resonancias magnéticas de 504 hombres y mujeres de una edad media de 73 años, la mitad de los cuales eran fumadores o antiguos fumadores. El examen de esas pruebas mostró cómo la corteza cerebral de los fumadores perdió parte de su grosor a un ritmo mayor que en aquellas personas que evitaron el tabaco durante toda su vida.
Otros estudios, como el publicado en la revista Nature, sostienen que el tabaco deteriora la corteza cerebral a largo plazo, un proceso que se acelera debido al uso prolongado de drogas como la nicotina.
La investigación forma parte de un proyecto británico más amplio para investigar el cerebro denominado The Disconnected Mind. «Todos sabemos que el tabaco es dañino para los pulmones y el corazón, pero es importante que entendamos que también daña al cerebro», señaló el jefe científico del proyecto, James Goodwin.
Otros efectos perjudiciales para el cerebro
Además de los mencionados, hay otros efectos como la secreción de adrenalina (epinefrina) en el cerebro. La epinefrina estimula el sistema nervioso central e incrementa la presión sanguínea, respiración y palpitaciones. La nicotina también estimula la producción de grandes cantidades de dopamina. Todo esto causa la adicción al tabaco.
Por ello, fumar tendría un efecto acumulativo sobre el cerebro que hace que para los fumadores crónicos resulte cada vez más difícil abandonar el hábito, según afirma Simone Kühn, investigadora de la Facultad de Medicina «Charite» de la Universidad de Humboldt (Alemania).
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