Al leer o escuchar ‘fruta del dragón’ es inevitable pensar en que ésta pueda tener un origen fantástico. ¿Tiene ésta alguna relación con Juego de Tronos o con algún dragón de verdad? Nada más lejos de la realidad. La fruta del dragón no es más que, como su nombre indica, una fruta que por su aspecto parece sacada de alguna historia fantástica.
Familia del cactus
La fruta del dragón tiene un aspecto poco habitual.
La fruta del dragón, también conocida como pitahaya son los frutos de las especies Hylocereus y Selenicereus de la familia de los cactus. Esto convierte a la pitahaya en una planta resistente a las sequías. Dicho fruto nace con un color verde que comienza a tornarse amarillo o rojizo/rosado en función de la especie a la que pertenezcan. En torno a él, comienza a aparecer una piel que parece formada por escamas. Es este el motivo por el que se llama ‘pitahaya’, que en haitiano significa ‘fruta escamosa’. Y son estas escamas las que recuerdan a las de un dragón. Más allá de eso, no tienen ninguna relación con los seres fantásticos voladores que lanzan fuego.
Esta fruta además presenta espinas duras en su corteza que se tienen que quitar. En su interior se encuentra la parte comestible. La pulpa de su interior es blanda y puede ser de color blanco o rojo con pequeñas semillas negras en función de la especie de la que se trata y esto determina si tiene un sabor más o menos dulce.
La pitahaya o fruta del dragón son originalmente nativas de México y se encuentran también en otros países de centro América. También son muy cultivadas en el sudeste asiático en países como Singapur o Tailandia, así como en Estados Unidos, Israel, Chipre, Australia e incluso en algunas zonas de las islas Canarias.
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