El Grupo Volkswagen se decanta por Sagunto (Valencia) para ubicar su fábrica de celdas de baterías para coches eléctricos en España. Responsables del Gobierno y de la Comunidad Valenciana ultiman las negociaciones con el consorcio alemán y fuentes de estas conversaciones aseguran que la decisión está “tomada al 95%”, a la espera de las próximas y últimas reuniones. El pasado lunes un portavoz de Volkswagen señaló a este periódico que, en todo caso, “todavía no se ha tomado ninguna decisión definitiva” y que aún está “pendiente de muchos parámetros, incluyendo el potencial apoyo del Gobierno”. El proyecto cuenta con una inversión prevista de cerca de 3.500 millones de euros.
Según las fuentes consultadas, el fabricante alemán no desvelará su elección hasta que el Ministerio de Industria abra la convocatoria del proyecto estratégico de recuperación y transformación económica (PERTE) para el vehículo eléctrico, que verá la luz probablemente a principios de la próxima semana. Será entonces cuando el Grupo Volkswagen y su filial Seat presenten su propuesta definitiva, que integrará desde la fabricación de las celdas de batería, con la elección de Sagunto, hasta el ensamblaje del vehículo eléctrico más pequeño de su gama en las plantas de Martorell (Seat) y Pamplona (Volkswagen) a partir de 2025. Pese a haber anunciado esos planes, el grupo dirigido por Herbert Diess siempre ha señalado que solo será posible si hay ayuda financiera del Estado, que prevé ofrecerla a través de los fondos europeos. La Comunidad Valenciana también espera poder completar esos fondos con recursos adicionales propios. Estos incentivos regionales se introducirán en capítulos que no abarca el PERTE y siempre cumpliendo con los límites europeos a las ayudas de Estado. Está pendiente de decidir si alguna de las administraciones se incorpora al capital de la sociedad encargada de las instalaciones.
El PERTE es la principal fórmula de subsidios con la que contará infraestructura de Sagunto, para la que Grupo Volkswagen habría recibido también el compromiso del Gobierno valenciano. La planta contará con una potencia de 40 gigavatios (GWh) anuales —algo inferior a otras que planea en Europa— y, además de suministrar a las dos fábricas españolas del grupo, podría abastecer a la de Ford en Almussafes, otra localidad en la periferia de Valencia, que está pendiente de la posible asignación de dos modelos eléctricos. El grupo estadounidense tiene un acuerdo con el alemán para utilizar su plataforma de vehículos eléctricos, lo que facilitaría la operación y generaría mayores sinergias para amortizar la inversión. Según ha avanzado este miércoles La Tribuna de la Automoción, la nueva fábrica podría dar empleo a 3.500 personas.
Ese ha sido uno de los factores que ha desequilibrado la balanza a favor de Sagunto, pese a que esta fue una de las últimas candidaturas españolas que tuvo Volkswagen. A pesar de que no era considerada la primera opción, la Comunidad Valenciana se dirigió directamente al consorcio alemán para posicionarse como posible candidata. Cuando se confirme su elección, habría desbancado las propuestas realizadas por Extremadura, Aragón y Cataluña, esta última la primera comunidad que quedó descabalgada de la carrera. El presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, dio por hecho este mes que la comunidad que gobierna había perdido esperanzas. Este miércoles, el presidente valenciano, Ximo Puig, ha preferido no hablar sobre la posible asignación: “Nuestro papel, generar el mejor entorno posible. Es una decisión de Volkswagen. No puedo decir nada. Es una decisión que le corresponde determinar y comunicar a Volkswagen”.
Las mencionadas fuentes señalan que la elección de Sagunto se basaría también en su capacidad logística, marcada por la proximidad con el puerto de Valencia y con el corredor mediterráneo. Esta localidad sufrió duramente la reconversión industrial de los años ochenta con el cierre de los Altos Hornos del Mediterráneo, pero en los últimos años su suelo industrial se ha visto impulsado por la instalación de grandes empresas de distribución como Mercadona o Inditex. Además, ha pesado su parque de proveedores, la capacidad de ofrecer empleo gracias a su oferta universitaria y de formación profesional, y la creación de un clúster de innovación alrededor de su industria ya existente y del otro PERTE de la batería de hidrógeno, que también se llevará Valencia. Aunque parezca un hecho secundario, la presencia de colegios internacionales ha supuesto un atractivo importante para los ejecutivos del Grupo Volkswagen que tengan que trasladarse allí. Con unos 66.000 habitantes, Sagunto está situada a 25 kilómetros de Valencia. El Ayuntamiento está en manos del PSOE.
Uno de los objetivos del Gobierno con las bases de sus PERTE es que al menos dos autonomías puedan beneficiarse de las ayudas ofrecidas a un mismo proyecto. En este caso, al menos tres comunidades recibirán fondos europeos: Cataluña por la reconversión de la planta de Martorell, Navarra por las inversiones necesarias en la factoría de Volkswagen y Comunidad Valenciana por la inversión que se realizará en Parc Sagunt II, el parque logístico donde está prevista su construcción y cuyo suelo se ofrecerá con condiciones ventajosas.
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El Gobierno considera que está siendo pionero en Europa con este plan de ayudas al coche eléctrico. España ha logrado negociar con la Comisión Europea un esquema generoso para mantener la producción en el territorio nacional. El Ejecutivo europeo era de primeras reacio a brindar subvenciones a las multinacionales de la automoción. Pero el Gobierno español ha convencido a Bruselas de que las ayudas irán a toda la cadena de valor. El 30% del plan se quedará en manos de pymes. Las negociaciones para este sistema de ayudas han sido complejas y han sido el motivo de los retrasos. Sin embargo, el Gobierno se muestra satisfecho con que España será el primero en tener estas ayudas en un momento en el que todos los países están compitiendo por la asignación de vehículos eléctricos desde las casas matrices. Pese a no tener sede de ninguna matriz, España conseguirá una de las seis plantas que planeaba Volkswagen para toda Europa. Y el resto de países tendrá ahora que negociar con la Comisión si quiere poner fondos europeos en este tipo de subvenciones.
La fábrica de baterías figura como la infraestructura que más subsidios requerirá del PERTE al vehículo eléctrico. Según los documentos aprobados en Bruselas, 600 millones podrían llegar en forma de ayudas a fondo perdido y créditos del PERTE, mientras que el resto podrían ser ayudas procedentes de otros mecanismos de ayuda, hasta poder alcanzar un total de 900 millones de euros.
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