Carlos Sainz siempre ha competido con una premisa: aprovechar todas las oportunidades para enviar mensajes. Y cada vez más amenudo, en la Fórmula 1 no estamos acostumbrando a que el español dé un puñetazo sobre la mesa cuando tiene la ocasión.
El pasado fin de semana no pudo hacerlo por un fallo de su equipo en el pit stop, que arruinó lo que hubiera sido una cómoda quinta posición para él, pero el día anterior ya se había encargado de que su clase asombrara a todos con una espectacular tercera posición en lluvia en la ‘qualy’ del GP de Estiria de F1 2020, algo imposible de repetir en seco en una F1 dominada con tanta superioridad por Mercedes en la que el conjunto de Woking pelea para liderar un segundo grupo de coches en el que están Ferrari y Renault, pero en el que cada vez está más lejos un Racing Point que en la primera sesión del día en el GP de Hungría de F1 2020 ya exhibió que en seco está más cerca de los Mercedes y la lucha por los podios que de otra cosa.
Mercedes y Racing Point, intocables en seco
La primera jornada de entrenamientos libres del GP de Hungría pues, mostró las dos caras de una misma moneda. La primera, en seco, es una F1 en la que si no hay accidentes, es demasiado predecible en cabeza, con Mercedes más favorito que el año pasado tras el paso atrás de Ferrari y un Red Bull con muchos problemas este viernes. Además, el equipo de la estrella está cada vez más ‘escudado’ por el que puede denominarse como su ‘filial’, Racing Point, con su ya conocido ‘Mercedes rosa’ de 2019, con el que en la FP1 Checo Pérez fue tercero y Lance Stroll fue cuarto por detrás de Hamilton (1º) y Bottas (2º).
Sainz se exhibe en mojado
En esas condiciones, McLaren sufrió en un circuito de alta carga aerodinámica y repleto de curvas de media velocidad ante un Renault de Ricciardo que dio un paso al frente y un Ferrari que, al no haber rectas, en Hungaroring no sufre el gran déficit de velocidad punta de su motor que tanto le afectó en el Red Bull Ring.
La otra cara de la moneda es la del azar, el que trae consigo la lluvia cuando decide convertirse en protagonista. No siempre podrá estar en el asfalto, pero cuando lo hace, la incertidumbre y la emoción regresan con ella. En condiciones de mojado, como en la segunda sesión de este GP de Hungría, Carlos Sainz es uno de los pilotos con más seguridad y clase para poder brillar, y de nuevo lo demostró con una buena tercera posición tras Sebastian Vettel, líder de la FP2, y Bottas.
El madrileño, pese a las difíciles condiciones y los constantes trallazos que le daba su coche por el agua, danzó najo la lluvia sin miedo, como ya hizo hace una semana, para colocarse entre los mejores.
La lluvia puede ser juez
Será el tiempo el que decida la F1 que veremos este fin de semana. Si la dominada claramente por Mercedes con un McLaren que debería sufrir ante Ferrari y Renault. O si llueve, una competición vibrante en la que Carlos puede estar arriba. Las probabilidades de lluvia existen pero no son tan claras como para la ‘qualy’ de Estiria, así que de momento, Sainz deberá estudiar junto a su equipo los cambios realizados en su coche tras una FP1 en la que el español y su compañero Norris no estuvieron nada cómodos con el comportamiento del coche, sin poder confirmar el buen rendimiento de su MCL35 que el coche había exhibido en una pista tan diferente como la austríaca.
Así pues, si no llueve, el agua caída en la FP2 de este viernes no puede ser más que un estorbo para McLaren y el español, que deberán salir a la FP3 con muchos deberes acumulados. Si llueve en la FP3 y en la ‘qualy’ no, el escenario será aún más complejo para Sainz y su equipo, puesto que deberán salir a una clasificación en seco sin haber probado antes los cambios de ajustes en su monoplaza. A ciegas. El fin de semana pinta complicado para el madrileño y los de Woking. Todo podría depender del agua.
TIEMPOS DE LA FP2 DEL GP DE HUNGRÍA DE F1 2020
