El secretario general del Frente Polisario, Brahim Ghali, abandonó España la madrugada de este miércoles en un avión que despegó del aeropuerto de Pamplona con rumbo a la capital de Argelia, Argel.
Fuentes consultadas por la agencia Europa Press confirmaron el abandono del territorio español, que se produjo sin incidentes. Según el portal de noticias marroquí Le desk, el gobierno argelino fletó un avión medicalizado francés.
La noche del martes, Ghali abandonó el Hospital San Pedro de Logroño donde permaneció ingresado un mes y medio para ser tratado de Covid-19 después de pedir el alta de forma voluntaria y apenas unas horas después de declarar de forma telemática ante el juez de la Audiencia Nacional española por dos querellas en su contra.
El magistrado negó imponerle medidas cautelares por considerar que el informe de las acusaciones no mostró elementos que presumieran la comisión de un delito.
El líder enfrenta dos acusaciones. Una, que fue admitida a trámite en octubre pasado, de un activista saharaui que aseguró haber sufrido torturas en los campamentos de refugiados en Argelia. Otra querella fue presentada en 2008 por la Asociación Saharaui para la Defensa de los Derechos Humanos (Asadeh) y fue archivada.
España había acogido a Ghali por “razones humanitarias”, según el propio Gobierno, que respondió de esta forma al empeoramiento de la salud del líder saharaui tras contagiarse de coronavirus.
La acogida de Ghali sirvió a Marruecos como detonante de una crisis que derivó hace dos semanas en la entrada de miles de personas a Ceuta y en un pulso político entre Rabat y Madrid que implicó la llamada a consultas de la embajadora marroquí en España.
Este martes por la noche el gobierno español informó al de Marruecos de la salida del histórico líder saharaui, quien “portaba la documentación a su nombre con la que entró en España”, refutando así las informaciones que apuntaban a que usó un pasaporte falso.
Marruecos criticó que España no informara de la acogida a Ghali. Además, señaló que la presencia de Ghali en el país ibérico no fue la verdadera razón diplomática sino la negativa del gobierno de Pedro Sánchez a cambiar su postura respecto al Sáhara.
El pasado 8 de mayo, el Ministerio de Exteriores marroquí publicó un duro comunicado en el que avisaba de “consecuencias” por la decisión “premeditada” de España de no informarle por adelantado de su decisión y descartando los motivos humanitarios detrás de la misma.
La advertencia de Rabat se materializó mediante la entrada masiva de unos 10 mil migrantes entre el 17 y el 18 de mayo en la ciudad española de Ceuta, ante la pasividad de las fuerzas de seguridad marroquíes que no hicieron nada para evitarlo.
Marruecos publicó el lunes un extenso comunicado por vía de su Ministerio de Exteriores en el que finalmente expuso que la crisis no se limita a Ghali, sino que tiene que ver con el Sáhara Occidental.
Lo que en realidad busca Marruecos es que España siga los pasos de Estados Unidos que, con Donald Trump aún en la Casa Blanca, decidió el pasado diciembre reconocer la soberanía marroquí sobre la antigua colonia española, algo que la nueva Administración de Joe Biden no parece dispuesta a revocar. El Ejecutivo español se mantiene firme en su postura y se ampara en las resoluciones de la ONU sobre esta cuestión.
El gobierno marroquí equiparó la cuestión del Sáhara Occidental con el independentismo catalán. “¿Cuál habría sido la reacción de España si un representante del separatismo español hubiera sido recibido en el Palacio Real marroquí?”, preguntó.
El presidente español, Pedro Sánchez calificó como “inaceptable” el comunicado y defendió que “no es admisible” justificar un “asalto” a la frontera española en Ceuta por “desavenencias y discrepancias en política exterior”.
Este martes, Marruecos publicó nuevo comunicado en el que afirma que el rey Mohamed VI dio instrucciones para que se resuelva “definitivamente” la cuestión de los menores no acompañados marroquíes en España y otros países de la Unión Europea.
No obstante, también aprovechó para enviar un nuevo recado al Gobierno español, al rechazar que “la cuestión migratoria, incluida la cuestión de los menores no acompañados, sea utilizada como coartada con el fin de evitar las verdaderas causas de la crisis política actual con España, cuyo origen y fundamentos son bien conocidos”.
“Las autoridades marroquíes se reservan el derecho de aportar, en el momento oportuno, las respuestas adecuadas a las acusaciones infundadas del Gobierno español”, enfatizó´.
(Con información de Europa Press y Aristegui Noticias)
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