La boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva es uno de los eventos más esperados del año, sobre todo después de que el empresario engañase a la modelo con otra mujer. La pareja se reconcilió durante las fiestas de Navidad y, poco después, desvelaron que el enlace nupcial se daría el próximo 17 de junio en el palacio de El Rincón.
Según comunicó la revista ‘Lecturas’, la boda no será “demasiado grande”, pues el plan es que solo asistan los familiares y amigos más cercanos. De entre ellos, los novios ya han elegido quienes actuarán como padrinos de boda.
Tamara Falcó e Íñigo Onieva, en Finlandia
Tamara Falcó ha escogido a su hermano mayor, Manuel Falcó, aunque Julio José también era una opción que la marquesa de Griñón tenía en mente. Los dos están muy unidos, tanto que incluso decidieron comprar juntos la parte de El Rincón que correspondía al resto de sus hermanos para convertirse en los únicos propietarios.
En cuanto a Íñigo Onieva, el diseñador de coches no se lo ha pensado demasiado y ha designado como madrina a Carolina Molas, su madre, quien estuvo a su lado cuando la pareja puso fin a la relación en septiembre.
Íñigo Onieva y su madre, Carolina Molas
Quien, de momento, se queda fuera de juego es Isabel Preysler. La madre de la colaboradora de ‘El Hormiguero’ ha sido la que se ha mostrado más escéptica ante esta segunda oportunidad que su hija ha dado al ingeniero.
El que tampoco aparece por ningún lado es Hugo Arévalo. Tras la ruptura entre los futuros novios, se rumoreaba la posible relación entre el co-creador de Tuenti y la hija de Carlos Falcó, dato que enfadó mucho al diseñador de coches y que pudo acabar con su amistad.
Avances en la organización de la boda
Para la organización de la boda, la diseñadora ha optado por contratar a una ‘wedding planner’ para que la ayude a cerrar el resto de detalles, y es que del vestido se encargará Juan Avellaneda, gran amigo de la novia, y Blanca Unzueta.
Asimismo, la madrileña también ha elegido una empresa que se encargue de los arreglos florales. Será la misma que creó un pequeño jardín en el piso de soltera de Falcó antes de que esta decidiera que vivir sola no iba con ella y volviera con su madre a Villa Meona.
Tamara Falcó e Íñigo Onieva, en Praga