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Samsung Galaxy Z Flip 3, a prueba: un plegable más barato para intentar llegar a las masas


En la última década el tamaño de la pantalla de los móviles no ha parado de crecer. Los paneles de grandes dimensiones hacen que llevar el móvil encima a veces sea un auténtico desafío. Es ahí donde entra en juego el Samsung Galaxy Z Flip 3. El nuevo terminal de la marca surcoreana cuenta con una pantalla principal de 6,7 pulgadas. Pero se dobla por la mitad para caber en prácticamente cualquier bolsillo. Este dispositivo es algo más asequible que su antecesor. Si el Galaxy Z Flip partía de los 1.500 euros, este terminal está disponible desde los 1.059 euros.

Los móviles plegables necesitan dejar de tener precios tan elevados para convertirse en productos de masas, según la consultora Strategy Analytics. Aunque el precio del Galaxy Z Flip 3 sigue siendo alto, es similar al que alcanzan gran parte de los móviles de gama alta del mercado —que no son plegables—. Pero si por algo sobresale el Galaxy Z Flip 3, es porque su diseño es de lo más llamativo. Sacarlo del bolsillo sigue provocando en otras personas el efecto wow que ya generaba su antecesor. Se abre y se cierra con facilidad. Es posible hacerlo incluso con una sola mano.

Desplegado, puede utilizarse como un teléfono inteligente convencional. La pantalla principal tiene más bordes que los que suelen tener los móviles de gama alta y una hendidura justo en la mitad. Aunque este pliegue se aprecia ligeramente al arrastrar el dedo por encima, no resulta especialmente molesto a la hora de utilizar el dispositivo. Plegado, el terminal no parece un móvil. Una mejora con respecto a su antecesor es que la pantalla secundaria ha crecido significativamente. Si el panel exterior del Galaxy Z Flip era de 1,1 pulgadas, en este caso alcanza las 1,9 pulgadas. Al pulsar en él, se muestra la hora, la fecha y el porcentaje de batería del móvil. Al deslizar hacia la izquierda, es posible consultar los widgets. Entre ellos, destacan el reproductor musical, el tiempo o la alarma.

Al deslizar hacia la derecha, se pueden visualizar las notificaciones. Pese a que ahora es más cómodo leer mensajes desde esta pantalla secundaria, aún es necesario abrir el Galaxy Z Flip 3 para responderlos. Este panel también resulta útil a la hora de sacarse selfis con la doble cámara trasera y previsualizarlos sin tener que desplegar el dispositivo. Para activar la cámara, basta con tocar dos veces el botón de bloqueo.

Hace un par de años que Samsung despegó en el mercado de los plegables. Desde entonces ha intentado mejorar este tipo de dispositivos y hacerlos más resistentes. Para ello, el gigante tecnológico ha utilizado armadura de aluminio. Este nuevo material, según la marca, es un 10% más duradero que el de sus antecesores del Galaxy Z Flip 3. En mano, no da la sensación de que el móvil se vaya a romper. Aunque todavía es pronto para hablar de su durabilidad a largo plazo, el acabado y el sistema de plegado del terminal resultan a priori bastante robustos.

Entre las novedades del Galaxy Z Flip 3, destaca la tasa de refresco de su pantalla: por primera vez alcanza los 120 Hz. Esta tasa, que también comparten gran parte de los móviles de gama alta en el mercado, hace referencia a la cantidad de veces que la pantalla se actualiza por segundo. Por lo tanto, cuanto más alta sea, más fluida será la experiencia. Pero también se gastará más batería. Al activar la frecuencia de 120 Hz, los desplazamientos entre pantallas resultan muy fluidos.

El móvil puede mantenerse abierto en distintos ángulos. Al ponerlo sobre una superficie plana, es posible utilizarlo para hacer selfis o mantener videollamadas con las manos libres. También se puede utilizar como trípode para realizar fotos o grabar un vídeo con las cámaras traseras. Además de una cámara frontal de 10 megapíxeles, el móvil cuenta con dos sensores traseros —uno principal y otro gran angular— de 12 megapíxeles.

La calidad de las cámaras traseras es bastante superior a la de la frontal. Los resultados son buenos, sobre todo, en condiciones con buena luminosidad. En general, de día se consigue un buen nivel de detalle y rango dinámico. Cuando hay poca luz, las cámaras sufren algo más. Especialmente el gran angular. En este último caso, se aprecia algo de ruido tanto en las fotografías como en los vídeos.

Rendimiento y autonomía

El terminal, que es compatible con las redes 5G, cuenta con el procesador de Qualcomm para la gama alta Snapdragon 888. Además tiene 8 GB de RAM y 128 o 256 GB de almacenamiento. El rendimiento ha sido el esperado de un teléfono de gama alta en prácticamente todos los supuestos. Pese a que todas las aplicaciones se ejecutan sin ningún retardo, durante las pruebas realizadas por este periódico en alguna ocasión el móvil se ha calentado notablemente.

Uno de los aspectos a mejorar del Galaxy Z Flip 3 es la autonomía. La batería se mantiene con respecto a la de su antecesor y alcanza los 3.300 mAh. En la práctica, al hacer un uso bastante moderado del teléfono, puede llegar a la jornada completa. Pero al activar la tasa de refresco de 120 Hz y si se utiliza el móvil de forma un poco más exigente, hay que volver a cargar el terminal a media tarde. El terminal viene sin cargador: Samsung se unió hace unos meses a la tendencia de Apple de no incluir este accesorio en la caja del dispositivo.

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