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Sánchez recibe a Scholz en Madrid y organiza llamadas con Macron y Johnson


Pedro Sánchez acelera su agenda internacional y especialmente europea tras el descanso navideño. El presidente español recibirá el lunes en La Moncloa a Olaf Scholz, el canciller alemán y nueva gran estrella de la socialdemocracia europea. Scholz, que desde que tomó posesión en diciembre había viajado a París, como es tradición en los cancilleres alemanes en su primera salida al exterior, y a Roma, para reunirse con Mario Draghi, otra nueva estrella entre los líderes europeos, visita así España con un gesto claro de unidad socialdemócrata con Sánchez. Ambos ofrecerán una rueda de prensa conjunta en La Moncloa después de su cita bilateral, algo que últimamente Sánchez evita con mucha frecuencia cuando lo visitan mandatarios extranjeros.

Pero el encuentro con Scholz es especial. Para La Moncloa es importante que se visualice que la socialdemocracia está fuerte en Europa y domina dos de los cuatro grandes países (Alemania y España) mientras Francia e Italia están gobernadas por centristas y el Partido Popular Europeo, al que pertenece el grupo de Pablo Casado, no tiene ninguno de los grandes gobiernos, algo inédito en los últimos años y que es consecuencia directa de la salida de Angela Merkel y la derrota de su partido, la CDU, frente al SPD de Scholz.

El ascenso del socialdemócrata alemán abre la puerta a Sánchez a nuevas alianzas, aunque también le quita el papel de gran líder de este sector que tuvo durante varios años, cuando España era el único gran país dominado por esta corriente ideológica en la Unión Europea. En el último año, se han multiplicado las victorias socialdemócratas y el cambio mundial más importante se ha dado en EEUU con el ascenso de Joe Biden frente a Donald Trump. Sánchez ya se había visto con Scholz en Italia, en el marco del G-20, cuando ambos se citaron en un encuentro del PD, los socialdemócratas italianos, que también aspiran a volver al poder cuando acabe el llamado Gobierno técnico de Draghi, un financiero con gran prestigio y exgobernador del BCE que, sin embargo, no ha sido elegido en las urnas.

Draghi se ha convertido en un gran referente entre los líderes europeos, pero Sánchez también busca su espacio y la visita de Scholz puede reforzar esa imagen del presidente español como líder de un país que cumple con Bruselas y es el primero en recibir los fondos europeos porque se han aprobado a tiempo las reformas prometidas.

Esta misma semana Sánchez multiplicará sus contactos europeos y tiene prevista una llamada con el presidente francés, Emmanuel Macron, y otra en el primer ministro británico, Boris Johnson. Sánchez y Macron han mantenido siempre una relación fluida y han acercado posiciones en muchas ocasiones, en especial en la compleja negociación del gran fondo de recuperación europeo en julio de 2020. Entonces Sánchez se alió con Giuseppe Conte, primer ministro italiano, y ambos se sumaron a Macron para hacer presión frente a los llamados países frugales.

Más compleja es la relación con Johnson, muy alejado de las posiciones políticas de Sánchez, y ahora en horas bajas por los escándalos de las fiestas en la residencia del primer ministro en pleno confinamiento. El español y el inglés tienen previsto hablar el viernes, mientras la conversación con Macron será este jueves. Sánchez, Macron, Scholz y Johnson, pese a las diferencias, tienen ahora un problema común: cómo enfrentarse a la variante ómicron y cómo empezar a pensar en la salida de la crisis y la conversión de la pandemia en una endemia que permita volver a una cierta normalidad y recuperar la economía europea. Cada uno de ellos ha optado por estrategias distintas, pero la situación cada vez es más parecida entre los diferentes países europeos, donde según la OMS el 50% de los ciudadanos se contagiarán de ómicron este año.

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