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Sánchez sella un pacto por el empleo con patronal y sindicatos por un crecimiento “más sostenible e inclusivo”

Foto de familia en La Moncloa tras la firma del acuerdo para prorrogar los ERTE hasta el 30 de junio.EFE

Todo en La Moncloa gira alrededor de la negociación del fondo europeo, y la palabra clave es unidad. Pedro Sánchez quiere viajar por Europa con el mensaje de que tiene detrás a la patronal y los sindicatos. Y en este contexto, el Gobierno ha preparado una escenificación para consolidar esa idea: Sánchez ha convocado para este viernes un acto con los líderes de las patronales CEOE y Cepyme y los sindicatos CC OO y UGT en La Moncloa en el que se firmará un “pacto de reactivación económica y por el empleo” que tiene un contenido muy genérico pero abre paso a una negociación de fondo entre patronal, sindicatos y Gobierno para fijar cuestiones clave para la recuperación. Un borrador del acuerdo habla expresamente de buscar entre el Gobierno y los agentes sociales “un crecimiento más sostenible e inclusivo” y plantea reflexionar sobre medidas de flexibilidad internar en las empresas para evitar despidos.

Es el cuarto gran acuerdo -salario mínimo, ERTEs y dos prórrogas- que se firma en el diálogo social desde que Yolanda Díaz, de Unidas Podemos, se hizo cargo del ministerio de Trabajo. La patronal mostró sus recelos ante la llegada de una dirigente de tradición comunista a un puesto tan sensible, que fue el eje de la negociación de la coalición, pero finalmente, y al contrario de lo que se esperaba, el acuerdo es la norma de esta nueva etapa.

Será una jornada con un claro mensaje de recuperación económica, al día siguiente de unos datos de paro duros y en medio de una catarata de datos económicos negativos por el coronavirus. El Ejecutivo sabe que vienen los meses más duros y quiere actuar con el margen político que tiene, de momento estrecho a la espera de la llegada del maná europeo, unos 140.000 millones para España. Además de la cita con sindicatos y patronal, también habrá un Consejo de Ministros extraordinario con nuevas medidas económicas para ayudar a las empresas. Sánchez ha confirmado este jueves, en una entrevista en La Sexta, la creación de una línea de crédito ICO de 50.000 millones vinculada a la solvencia de las empresas. El Ejecutivo presentará también un paquete de medidas de reactivación del consumo, entre ellas algunas ya apuntadas como el plan para la renovación de vehículos o ayudas al turismo.

El “pacto por el empleo” entre patronal, sindicatos y Gobierno incluye cuestiones clave, aunque formuladas sin gran concreción para poder negociarlas a partir de ahora, como el teletrabajo, la forma de adaptación de los ERTE actuales para proteger el empleo y el tejido productivo, un gran pacto por la industrialización, la digitalización de la economía, el reforzamiento de los servicios públicos, el refuerzo del sistema de pensiones, la transición ecológica o la lucha contra el fraude y la evasión fiscal. Supone así recuperar buena parte de la agenda de negociación entre patronal y sindicatos que quedó truncada en marzo por el coronavirus.

Un borrador del texto al que ha tenido acceso EL PAÍS da idea de las dimensiones simbólicas del acuerdo aunque sin grandes concreciones. “Las circunstancias excepcionales actuales exigen llegar a acuerdos amplios de país que proporcionen la necesaria estabilidad y permitan sentar las bases de un crecimiento económico más sostenible e inclusivo, apoyado en la economía “verde” y la transición ecológica justa, en la digitalización, en la reindustrialización del país y el desarrollo de sectores estratégicos, en la colaboración público-privada, la I+D y la ciencia, en la educación y la formación profesional, en la creación de empleo de calidad y un mejor funcionamiento del mercado de trabajo, en el aumento de la productividad y el refuerzo de nuestro Estado de bienestar”, señala el documento, que por tanto emplaza a recuperar el diálogo social y a “intensificar las reuniones en el plazo más breve posible”.

A partir de ahí se detallan las medidas ya tomadas durante la crisis, en especial los 100.000 millones en avales públicos, los ERTE y los planes para autónomos y el Ingreso Mínimo Vital. También se destaca el plan del automóvil y del turismo que “comportan un importante esfuerzo presupuestario, clara expresión de la fuerte solidaridad y el compromiso con las empresas y los trabajadores del conjunto del país así como de la importancia del diálogo social”.

El texto reivindica en especial los ERTE y plantean que deben servir “como elemento de análisis para reflexionar acerca de la oportunidad de disponer de instrumentos de flexibilidad interna frente a la destrucción de empleo”. “Las partes firmantes se comprometen a trabajar para los necesarios acuerdos con el fin de acelerar la reactivación económica y la creación de empleo de calidad”; señala el documento. También se habla de primar los ajustes en horas de trabajo y no en empleos durante la recuperación, y potenciar la contratación indefinida de los trabajadores con contrato temporal. Además se plantea la “formación y recualificación” de trabajadores de los sectores más afectados.

Además habla expresamente de un gran pacto por la industria y de impulsar “una transición verde” y la digitalización de la economía. También plantea cuesitones más políticas como “apoyar el desarrollo de la economía social y el sistema de cuidados, con el fin de reforzar y mejorar el Estado del bienestar” o asegurar el reforzamiento de los servicios públicos. En cuanto a la reforma laboral, que ni siquiera menciona, es muy generico y habla de “modernizar el marco laboral a fin de minimizar el impacto sobre el empleo de crisis futuras”. También esquiva el asunto de los impuestos y solo habla de “aflorar la economía sumergida, luchando contra el fraude, la precariedad y la evasión fiscal”.

El Gobierno está especialmente interesado en ofrecer una imagen de unidad entre el Ejecutivo, la patronal y los sindicatos en el momento de preparar la recuperación económica y en plena negociación del fondo europeo que es clave para salvar la economía española. Ya se han producido varios encuentros de este tipo en La Moncloa para firmar los acuerdos de prórroga de los ERTE o el del salario mínimo, pero para el Ejecutivo es importante reforzar este mensaje y por eso se ha negociado durante varias semanas este texto entre patronal y sindicatos que evita los puntos en los que no hay acuerdo como los retoques a la reforma laboral, la fiscalidad de las empresas o las cotizaciones.

Para el Gobierno es suficiente ahora con ofrecer esta imagen de unidad con los líderes de CEOE, CC OO y UGT en La Moncloa en un momento en el que también en el Congreso se está rebajando la tensión política e incluso el PSOE y el PP están llegando a algunos acuerdos en la comisión de la reconstrucción. Cualquier muestra de unidad favorece la negociación europea, señalan en La Moncloa. Sánchez podrá así negociar con los otros primeros ministros de la UE con el mensaje de que tiene detrás un acuerdo básicos de patronal y sindicatos sobre la línea a seguir.

El Ejecutivo ha tenido que hacer un esfuerzo para reconstruir el diálogo social después de que la patronal se molestara por el acuerdo del PSOE y Unidas Podemos con Bildu en el que planteaban la derogación completa de la reforma laboral. El propio presidente habló con Antonio Garamendi, líder de la patronal, para que volviera al diálogo y la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, cuyo equipo dirige las negociaciones, ha hecho muchos esfuerzos para reconducir la situación.

Con esta fotografía en La Moncloa quedará así superada esa tensión y se demostrará una vez más que el Ejecutivo de coalición progresista tiene mucho más fácil lograr acuerdos con la patronal que con el PP. Los acuerdos con CEOE y Cepyme han sido muy frecuentes desde que se formó la coalición, al contrario de lo que podía pensarse. Ahora viene sin embargo la etapa más difícil porque habrá que negociar cuestiones clave de la reforma laboral o de las nuevas formas de trabajo, en especial la regulación del teletrabajo, en el que empresas, sindicatos y Gobierno tienen diferencias importantes. Pero lo cierto es que el diálogo formal o informal no se ha roto en ningún momento y la relación entre el empresariado y el Gobierno de coalición es mucho mejor de la que se podía esperar cuando se formó.

El Consejo de Ministros extraordinario también tratará de contrarrestar esa imagen que ofrecen los datos económicos que comienzan a reflejar la dureza de la crisis y las previsiones del Banco de España, especialmente negativas. El plan Renove, que finalmente se aprobará en esta reunión extraordinaria y no en la ordinaria del martes como estaba previsto, servirá para ese impulso al consumo en el sector automovilístico y habrá más medidas que ha diseñado la vicepresidencia económica, dirigida por Nadia Calviño. El plan Renove, dotado esta vez con 250 millones de euros, supondrá una ayuda de 4.000 euros para los modelos con cero emisiones -eléctricos- entre 600 y 1.000 euros para los llamados “eco”, y entre 400 y 800 en los de etiqueta “C”.


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