La sandía y el melón son las frutas estrella del verano. Ambas tienen un alto contenido en agua y aportan nutrientes esenciales para el correcto funcionamiento del organismo. A la hora de decantarse por la sandía o el melón se pueden tener en cuenta diversos aspectos, como las calorías de cada una de las frutas para saber cuál engorda más.
Sandía VS Melón
Lo primero a tener en cuenta es que ambas son frutas hipocalóricas ya que la mayor parte de su contenido es agua: la sandía aporta 30 calorías por cada 100 gramos, y el melón 34 calorías. Por lo tanto, el aporte calórico de la sandía es ligeramente inferior al del melón.
Ahora bien, para valorar cuál de estas frutas engorda más no hay que tener en cuenta únicamente las calorías de cada una de ellas. El melón tiene 1 gramo más de hidratos de carbono que la sandía y el doble de potasio. ¿Qué quiere decir esto? Que el melón está más recomendado para perder peso o eliminar líquidos.
Las vitaminas no tienen ningún papel predominante en el aumento de peso, al menos de manera directa, pero pueden resultar de utilidad para saber cuál de estas frutas es más «sana». El melón es el claro ganador en lo que respecta a la vitamina C, que fortalece el sistema inmunitario, mientras que la sandía es más rica en ácido fólico.
Con toda esta información, podemos concluir que ambas son una opción excelente para hidratarse y seguir una alimentación saludable y equilibrada en los meses de verano. La Organización Mundial de la Salud recomienda comer tres piezas de fruta al día.
Beneficios para la salud
El 92% de la composición de la sandía es agua, así que es un elemento excelente para hidratarse. Se puede tomar en cualquier momento del día y es muy refrescante. Además, es una fuente rica en licopeno, una sustancia muy importante para la salud de los huesos. A esto hay que sumar que, según diversos estudios científicos, mejora la salud del corazón.
Si por algo es bien conocido el melón es por su capacidad para ayudar a bajar de peso gracias a que aporta muy pocas calorías y es muy rico en fibra, que genera sensación de saciedad y reduce el apetito. Además, previene el envejecimiento prematuro de la piel y las células por sus propiedades antioxidantes. También regula la presión arterial y fortalece los huesos.
Teniendo todo esto en cuenta, es lógico que la sandía y el melón sean las frutas estrellas del verano.
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