Sandra Gago y Ana Boyer, las esposas de los tenistas Feliciano López y Fernando Verdasco respectivamente, fueron dos de las invitadas a la presentación de Rabat de su colección de joyas ‘Three Wishes’ en Barcelona. Además de ellas, también pasaron por el photocall de la boutique de Paseo de Gracia para acompañar a la familia Rabat en el evento la modelo Lucía Rivera y la novia del piloto de F1 Carlos Sáinz, Isa Hernáez, que fueron recibidos por los anfitriones de la fiesta Jordi Rabat y Eva Palao.
Ana Boyer aseguró que sus tres deseos serían: “Salud y felicidad para mi familia y que salgan todos los proyectos de este año”, explicó la pareja de Verdasco. La hija de Isabel Presley asegura que el tenista “es muy niñero, se apaña muy bien y puede con los dos”. La hermana de Tamara Falcó asegura que no se ve en un programa de televisión como su hermana en ‘Masterchef’: “Yo soy más tímida que Tamara , yo no me atrevería a un reality como hizo ella, me corto más. Además, la cocina no se me da muy bien”, dijo riendo.
Los famosos brillan en el ‘photocall’
A Sandra Gago le costaba pedir tres deseos: “Mi primer deseo y más después de todo lo que ha pasado en estos últimos años, es salud para todos, el segundo, que sigamos unidos con mi familia y mis amigos, y el tercero, pues no sé, yo me encuentro una afortunada. Estoy muy feliz, estoy en un momento maravilloso y creo que no puedo pedir más”. Sandra confesaba que su relación con Ana Boyer es muy buena, “el tenis nos ha unido mucho con Ana porque nos pasamos semanas juntas y tenemos hijos de edades parecidas”, explicó. La influencer habló sobre Feliciano López y cómo es cómo padre de su hijo Darío: “Feliciano es para mí el mejor padre del mundo, está enamorado de su chiquitín y disfrutándolo mucho y echándole de menos cuando no está. Como madre yo soy muy, muy, muy cariñosa con mi hijo”.
Lucía Rivera, la modelo que sale con el futbolista del Sporting de Gijón Nacho Méndez, declaró que entre sus tres deseos “pediría que me tocase la lotería, pero…pediría felicidad, tranquilidad y mucho trabajo. Es verdad que de las tres cosas ya tengo, pero quiero más”. Asegura que “la felicidad no tiene que ver con el amor. Cuando estás con alguien lógicamente estás bien, pero no creo que un hombre sea el motivo de mi felicidad. Yo no hablo de mi vida personal”, declaró.
Lucía Rivera dijo que “metemos una presión a las mujeres con el tema de casarnos que no me apetece hablar…no es mi principal deseo ahora mismo. Mis deseos con 23 años son otros, como vivir la vida, trabajar lo máximo posible y disfrutar con mi vida privada, claro”. La modelo dijo que “si alguien no entiende mi trabajo la puerta es muy grande para salir”.
Tras el photocall tuvo lugar una cena en Rabat con todos sus invitados en la que actuó de sorpresa el grupo Ketama.