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La tercera ola del coronavirus sigue marcando récords en España. El Ministerio de Sanidad ha notificado este lunes 84.287 nuevos positivos, el mayor incremento en un fin de semana en toda la pandemia. La anterior marca se batió hace una semana: entonces fueron 61.422 diagnósticos. Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), ha augurado que estamos llegando al pico de esta tercera ola, aunque ha reconocido que tras los retrasos del fin de semana hará falta que las cifras se consoliden para comprobar si esto sucede. España ha alcanzado su máxima incidencia acumulada a 14 días: 689 casos por 100.000 habitantes, casi el triple de lo que se empieza a considerar riesgo extremo (250 casos, si bien esto depende de otros indicadores).
El pronóstico de Simón se basa en que, aunque la transmisión del virus sigue subiendo, lo hace a menor ritmo que en días previos. Sin embargo, podría seguir creciendo, aunque más lentamente, todavía días. Y, como él mismo ha reconocido, podría instalarse en una meseta, en lugar de comenzar a descender. Todo dependerá, ha asegurado, del efecto que den las medidas que la mayoría de comunidades autónomas comenzaron a imponer tras el día de Reyes. Eso es algo que se comprobará esta semana.
Mientras eso sucede, los ingresos hospitalarios se disparan. Las hospitalizaciones diarias superan con creces a los peores días de noviembre, la ocupación en planta de pacientes covid también (es de un 18,6%, frente al 17,28% del 9 de noviembre, anterior máximo) y el de las UCI anda muy cercano a los días más críticos de la segunda ola (32,7% frente al 32,8%). Teniendo en cuenta que incluso si bajaran los casos los ingresos hospitalarios todavía seguirían subiendo, con toda seguridad se superará la ocupación en camas de críticos de noviembre.
El crecimiento es generalizado en toda España, pero hay autonomías como Madrid, Extremadura o la Comunidad Valenciana en las que la subida de la presión hospitalaria es muy rápida. En esta última ya se están ocupando hospitales de campaña y la situación es peor de lo que lo fue en ese territorio, no ya en la segunda ola, sino en la primera. Es algo que también sucede en regiones como Andalucía o Murcia, donde las intervenciones no urgentes están teniendo que aplazarse por la ocupación de camas de enfermos de coronavirus.
Simón no ha descartado un adelanto del toque de queda que reclaman varias comunidades autónomas y que se debatirá en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud del próximo miércoles. Sin embargo, ha asegurado que “hay alternativas”. La que se ha demostrado más efectiva, según sus datos, el cierre del interior de los bares, “aunque no es popular”, ha apuntillado. “Cuantas más medidas, más probabilidades hay de que la suma de los efectos nos permita llegar a controlar transmisión. Si aplicamos bien un número reducido de ellas, probablemente no sean necesarias otras, pero si no las aplicamos lo bien que nos gustaría, tendremos que aplicar un conjunto de restricciones para que tengan efecto similar”, ha afirmado. “Nosotros ponemos encima de la mesa alternativas y son los decisores, los consejeros en el consejo interterritorial presidido por el ministro de Sanidad, los que tendrán que elegir las que consideren más adecuadas”.
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