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Sanidad y las comunidades acuerdan administrar una tercera dosis de la vacuna contra la covid a los mayores de 70 años


El Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas han acordado este martes empezar a administrar a partir del próximo 25 de octubre la tercera dosis de las vacunas de ARN mensajero (Pfizer-BioNTech y Moderna) a los mayores de 70 años, según han acordado las administraciones en la Comisión de Salud Pública. La decisión llega un día después de que la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) abriera la puerta a los países para adoptar esta medida con la vacuna de Pfizer para personas mayores de 18 años, aunque el organismo recordó que la evidencia aún es escasa sobre la eficacia real del tercer pinchazo en personas no inmunodeprimidas. En el caso de Moderna, la EMA aún no se ha pronunciado sobre esta dosis de recuerdo, aunque es previsible que lo haga en los próximos días.

Con esta decisión, la administración de la tercera dosis coincidirá en el tiempo con la campaña de vacunación de la gripe. Este pinchazo se administrará transcurridos seis meses desde el segundo, según lo apuntado el lunes por la EMA. La decisión, según fuentes asistentes al encuentro, se ha adoptado por una mayoría de 12 votos a favor. Ha habido cinco abstenciones y dos comunidades (Madrid y Galicia) han votado en contra.

Hasta el momento, un total de 6,8 millones de personas mayores de 70 años han completado la pauta vacunal frente al coronavirus en España. La gran mayoría de ellas lo han hecho con el suero de Pfizer-BioNTech, aunque algunas personas también han recibido el de Moderna. Esto se debe a que cuando este grupo de población fue vacunado, en la primera mitad del año, las entregas de dosis de Moderna eran casi testimoniales.

Otro pequeño grupo de septuagenarios fueron inmunizados con la vacuna monodosis de Janssen. Estas personas no se verán afectadas por la decisión de la Comisión, ya que la EMA aún no ha adoptado ningún posicionamiento sobre una hipotética dosis de refuerzo de esta presentación.

El Ministerio de Sanidad ha explicado en un comunicado que “el objetivo es aumentar la protección de las personas más vulnerables”, ya que “la evidencia científica ha mostrado que la edad es el principal factor de riesgo” frente al coronavirus.

Lo ocurrido con la tercera dosis de las personas mayores de 70 años recuerda a la decisión de dar una dosis de refuerzo a las personas con el sistema inmunitario severamente debilitado. Entonces, como ahora, la Comisión de Salud Pública esperó a un primer pronunciamiento de la EMA, que el 6 de septiembre abrió la puerta a administrar el tercer pinchazo de las vacunas ARN mensajero a estos pacientes.

Solo un día más tarde, Sanidad y las comunidades aprobaron administrar esta dosis de refuerzo a personas con un trasplante de órgano sólido, de médula ósea (unas 20.000) y pacientes en tratamiento con fármacos anti-CD20, que se utilizan habitualmente junto a la quimioterapia (unas 100.000 personas en total). Posteriormente, la estrategia se amplió a más grupos, como los pacientes de diálisis, el resto de enfermos en tratamiento por cáncer y los mayores de 40 años con síndrome de Down, entre otros colectivos.

La EMA abrió ayer la puerta a que todas las personas mayores de 18 años puedan recibir una tercera dosis de la vacuna de Pfizer mientras analiza si procede hacer lo mismo con la de Moderna. En su afán por dejar atrás definitivamente lo peor de la pandemia, agencias reguladoras y administraciones van tomando decisiones de forma casi inmediata cuando van surgiendo nuevos datos o evidencia, a veces incluso de forma algo anticipada.

El comunicado de la EMA de este lunes que ha dado pie a la tercera dosis en mayores de 70 años admite que la evidencia sobre la efectividad de la tercera dosis es aún escasa. El argumento utilizado para avanzar en esta vía es “el incremento observado en los niveles de anticuerpos” en personas que en los estudios habían recibido este pinchazo, aunque los expertos han recordado en las últimas semanas que este descenso no significa necesariamente que el organismo no pueda defenderse frente al virus, ya que el sistema inmunitario es capaz de volverlos a producir si entra en contacto con él. La EMA también advertía que aún dispone de poca información sobre la seguridad de la tercera dosis.

África González, catedrática de inmunología en el Centro de Investigaciones Biomédicas (CINBIO) de la Universidad de Vigo, considera que la decisión de la EMA es “razonable en base a los datos presentados” y que ahora será cada país el que decida según su incidencia, coberturas de vacunación….

Pero, según esta experta, la EMA “no defiende esa tercera dosis como algo que deba ser realizado de forma masiva”, sino que deberá aplicarse según los casos concretos y adaptarse a la estrategia de vacunación de cada país, que es lo que ha hecho la Comisión de Salud Pública. “Desde el punto de vista de los inmunólogos, no hay evidencia de necesidad generalizada de una tercera dosis”, concluye González.


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