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Sanidad y las comunidades pactan aforos limitados en la vuelta del público a eventos deportivos masivos


El público volverá a los grandes eventos deportivos, pero a medio gas. La ministra de Sanidad, Carolina Darias, había anunciado el pasado junio que la próxima temporada se volvía “a la normal afluencia de público” en estas competiciones, pero el auge de la quinta ola ha hecho tambalear previsiones y decisiones y ha obligado a recular al Ejecutivo. Con la curva epidémica en descenso, pero aún 633 casos por 100.000 habitantes, el Ministerio de Sanidad y las comunidades han aprobado este miércoles en el Consejo Interterritorial un acuerdo de máximos que contempla limitaciones de aforo y mascarilla obligatoria en cualquier circunstancia y la prohibición de comer o fumar en los recintos.

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En los eventos deportivos masivos, como el fútbol de primera y segunda división o las competiciones de baloncesto, entre otros, el Ejecutivo central y los gobiernos autonómicos han acordado un aforo máximo del 40% en exteriores y un 30% en recintos interiores. El acuerdo, que estará vigente entre el 13 y el 29 de agosto y luego será revisado, también contempla la recomendación de que los entrenamientos sean sin público y, si no, deberán cumplirse las mismas medidas que en las competiciones.

Darias ha indicado este miércoles que el acuerdo ha contado con el apoyo del grueso de las autonomías. Solo País Vasco se ha abstenido. “El País Vasco estaba de acuerdo con el decálogo, pero por una cuestión de que consideraba que las competencias eran de la comunidad autónoma, se ha abstenido”, ha justificado la ministra. El pacto para los eventos deportivos contempla también medidas para la organización de los eventos, con accesos escalonados a los recintos deportivos. También se exigirá una ventilación adecuada de los recintos cerrados.

En cuanto al público que podrá entrar a los estadios, Darias ha dicho que serán “preferentemente abonados y público local”. “Esta medida lo que pretende es que no haya movilidad, que aficiones del partido que no juega en casa puedan desplazarse”, ha indicado la titular de Sanidad.

Con este acuerdo, el Wanda Metropolitano, por ejemplo, que tiene capacidad para 67.000 espectadores se quedaría con un máximo de 26.800 aficionados (el 40%); el Camp Nou, en el que caben casi 100.000, solo podría dejar entrar a unas 40.000 personas. Y otros más pequeños, como los de La Liga Smartbank (Segunda división), que suelen tener aforos habituales de alrededor de 30.000, se quedarían con 12.000. En cuanto a recintos cerrados, el WiZink Center —pabellón tanto del Real Madrid Baloncesto como del Estudiantes— tiene capacidad para 17.500 personas, por lo que podrían entrar unas 5.250 personas (el 30%).

No bajar la guardia

Los expertos consultados defienden la necesidad de no bajar la guardia. Elena Vanessa Martínez, presidenta de la Sociedad Española de Epidemiología, advierte que este tipo de competiciones son “eventos de masas, porque no es solo el momento en el que ven el partido, sino todo lo que conlleva a su alrededor, y el riesgo de transmisión es exponencial”. Así, señala, el uso obligatorio de la mascarilla es imprescindible, “incluso en exteriores”, para limitar los riesgos y la prohibición de comer y beber “es la única manera de que se asegure que la gente no se quite la mascarilla”.

Por su parte, Toni Trilla, jefe de Epidemiología del Clínic, apunta la necesidad de ser “prudentes” y apoya los aforos reducidos: “Se trataría de hacer una entrada con capacidad reducida, que tiene que ver con que haya distancia entre sillas y capacidad de organización de los clubes en la entrada y salida”. Trilla señala que estas serían unas medidas intermedias para controlar el riesgo de transmisión y, a la vez, dar aire a las arcas de los clubes, que tienen en el público una importante fuente de ingresos. Según el informe realizado por la consultora PwC en colaboración con LaLiga, el impacto de la pandemia en el fútbol español en su cuenta de ingresos ha sido de 2.013 millones de euros: 366 millones de la temporada 2019-2020 y 1.647 millones de la 2020-2021.

Más restrictivo, Alberto Infante, profesor emérito de Salud Internacional de la Escuela Nacional de Sanidad del Instituto de Salud Carlos III, considera que es mejor mantener los eventos deportivos sin fútbol, al menos, hasta septiembre. “Yo no dejaría entrar público, por lo menos, hasta que reevaluemos la campaña de vacunación. Prudencia, prudencia y prudencia. Hay que ver cómo evoluciona la incidencia y las nuevas variantes”, alerta. Darias ha dicho que la curva epidémica va en descenso y crece el ritmo de vacunación, hasta el punto de que, tal y como prometió el Gobierno, antes de terminar agosto llegarán al 70% de la población completamente vacunada. Pero Infante insiste: “Hoy no estamos en condiciones de tomar una decisión. Prudencia. Mejor, ningún espectador”.


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