‘Los Serrano’ es, sin duda, una de las series españolas más exitosas de todos los tiempos. Son muchos quienes todavía recuerdan con cariño a sus míticos personajes, aunque muchos de ellos fueron interpretados por algunos intérpretes a los que, con el paso del tiempo, les hemos perdido la pista. Este fin de semana, Sara Brasal, que interpretó a Yoli en la ficción, ha concedido una entrevista a ‘Socialité’ en la que ha hablado de su personaje y de cómo se encuentra ahora.
Brasal, que actualmente trabaja como ayudante de dirección y ha estado en series muy conocidas, confiesa en el magacín de Telecinco que no tenía intenciones de dedicarse a la interpretación. De hecho, comenzó acompañando a su hermana a los castings. Sin embargo, dos años después, entró en la serie, aunque no la cogieron para interpretar a Tete, el personaje que ella se había preparado.
Sara Brasal en ‘Socialité’.
Le ofrecieron dar vida a Yoli: “Me llaman y me dicen que me han cogido para hacer de la amiga. Claro, cuando leo pone: ‘Yoli. Gorda, con gafas de culo de vaso, con brackets en los dientes’. Claro, no quería hacer eso. No sabía que el personaje como tal podría ayudar a la gente. Cuando lo estás haciendo, con 11 años, no eres consciente”.
La actriz confiesa que tuvo ciertos reparos a la hora de aceptar el papel, ya que había sufrido bullying en el colegio y le daba miedo que su personaje influyera después en la realidad. “El venir de un bullying… No me metían la cabeza en el váter o me pegaban, lo que hacían era dejarme sin amigas (…). Y encima voy a hacer de la fea, la gorda… Era como buf, no quiero que se pase a la realidad”, revela en ‘Socialité’. Afortunadamente, Brasal destaca lo bien que lo hizo el equipo de ‘Los Serrano’ para que no se sintiera mal.
Sara Brasal en ‘Socialité’.
El presente de Sara Brasal
Durante su entrevista con el magacín de Telecinco, Brasal también habla de cómo uno pasa de ser muy conocido a desaparecer del mapa. Pero, en lugar de sentirse mal, lo que hizo fue seguir estudiando teatro y hacer un máster en Dirección.
Poco a poco, entró en el mundo que hay detrás de las cámaras y ha seguido avanzando y ascendiendo. “Vivo más tranquila sin estar expuesta. Creo que el tener trabajo nunca es un fracaso, creo que el fracaso es martirizarte con algo que no te está saliendo (…). Ahora estoy avanzando, cuesta meter la cabeza, pero una vez entras vas tirando y estoy muy contenta”, asegura.