Si algo está claro en el panorama político de Filipinas es que el nombre de Sara Inday Duterte-Carpio va a resonar más fuerte. Y también que no ambiciona su reelección como alcaldesa de Davao. La hija mayor del mandatario filipino, Rodrigo Duterte, ha retirado este martes su candidatura para la alcaldía que ha ocupado desde 2016, una decisión que se antoja estratégica, pues deja la puerta abierta a lo que es un secreto a voces desde hace un año: en las papeletas presidenciales figurará el nombre de Sara, aunque aún está por ver si lo hará para el puesto de presidenta o de vicepresidenta. Una hora después de que se conociera la noticia, el senador Christopher Bong Go, candidato a la vicepresidencia, dijo que sus propias aspiraciones políticas podrían estar a punto de cambiar ajustándose a los designios del presidente Duterte.
El anuncio de la actual alcaldesa de Davao tiene lugar tan solo seis días antes de que finalice el plazo de modificación de las candidaturas para los comicios del 9 de mayo de 2022, en los que se elegirán no solo al presidente y vicepresidente de Filipinas, sino también a gobernadores, alcaldes y autoridades locales. Sara, de 43 años, ha hecho público a través de un mensaje en su página oficial de Facebook que abandona la campaña por gobernar la ciudad meridional, aunque todo sigue quedando en familia, porque cede el testigo al actual vicealcalde, su hermano Sebastian. “He retirado mi candidatura a la alcaldía de Davao. El vicealcalde Baste me sustituirá. Es todo por el momento. Muchas gracias”, ha escrito en esta red social.
El hermano menor de Sara conformará un dúo con Melchor Quitain Jr. que desde ya parte como favorito. De acuerdo con el periódico local Rappler, Quitain Jr. ha expresado ante los medios que la decisión de Sara y Sebastian le resultó inesperada, y que él mismo recibió la notificación de que se postularía para la vicealcaldía “muy recientemente”.
A pesar de que sus propios aliados aseguran que el enroque de los hermanos Duterte les ha tomado desprevenidos, este giro de guion toma por sorpresa a muy pocos. Sara, quien ha reiterado que no tiene intención de ser la nueva inquilina del Palacio de Malacañán, encabeza las encuestas presidenciales desde hace un año. La especulación creció especialmente a finales de agosto, cuando Rodrigo –quien constitucionalmente no puede presentarse a un segundo mandato– anunció que aspiraría a la vicepresidencia secundando al senador Bong Go, una pretensión que fue criticada por sus detractores, que consideraron que, en realidad, se trataba de una triquiñuela para formar un tándem con su hija.
No obstante, el pasado 2 de octubre el presidente filipino anunció que se retiraría de la política y que dejaba vacante su candidatura por el partido PDP-Laban a la vicepresidencia, un puesto que Go aceptó asumir después de rechazar la nominación a presidente que le habían ofrecido.
Tan solo una hora después de que Sara renunciase a su potencial reelección como alcaldesa de Davao, Go pronunció un discurso en el que dejó entrever que su partido aún no ha dicho la última palabra: “Puede que mi candidatura para vicepresidente cambie. No podemos anticipar los cambios políticos. Eso sería jugar sucio. Quiero servir a mis compatriotas desde ese cargo, pero puede que haya cambios”. Visiblemente emocionado mientras se dirigía a una multitud, añadió que, “si ese fuera el deseo del presidente, tendría que cambiar la dirección”.
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No está del todo claro qué cartas jugará Sara de cara a las elecciones. No ha hecho declaraciones por el momento. Duterte-Carpio mostró recientemente interés por forjar una alianza con el candidato presidencial Ferdinand Bongbong Marcos Jr., hijo del exdictador filipino del mismo nombre, quien aún no cuenta con compañero de campaña. Los Marcos, aliados de los Duterte, han sido durante años una de las familias políticas más influyentes del país insular. Según informa Rappler, Sara y Ferdinand se reunieron a finales de octubre en la isla central de Cebú. Varios analistas opinan que, si forman un tándem, Sara se presentaría al cargo de vicepresidenta.
La hija mayor del presidente filipino también se reunió recientemente con el senador Ronald Bato Dela Rosa, también muy cercano a su padre. El propio Dela Rosa ha expresado públicamente en varias ocasiones que ha intentado convencer a Sara de que recoja el testigo de Rodrigo. Otros candidatos presidenciales son el senador e icono del pugilismo mundial Manny Pac-Mac Pacquiao –quien colgó definitivamente los guantes el mes pasado–, el alcalde de Manila y ya retirado actor Francisco Domagoso, el vicepresidente en funciones Leni Robredo, y el exjefe de Policía y senador Panfilo Lacson. Con cada vez menos piezas sobre las filas del tablero, la alternativa de ver a Sara en un papel secundario desafiaría toda lógica.
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