El canciller alemán, Olaf Scholz, ha tenido duras palabras contra la guerra emprendida por Rusia contra Ucrania durante su intervención ante el Foro Económico Mundial (WEF, en sus siglas en inglés), celebrado en Davos (Suiza). Allí ha hecho, además, un llamamiento a la cooperación mundial para superar los actuales desafíos, como el cambio climático, el hambre y la dependencia de los combustibles fósiles.
Más información
Scholz ha acusado al presidente ruso, Vladímir Putin, de querer “volver a un orden mundial en el que el más fuerte dicta lo que es correcto, en el que la libertad, la soberanía y la autodeterminación no lo son”. El canciller alemán ha calificado la agresión de Putin de “imperialismo” con la que está “intentando llevarnos de vuelta a una época en la que la guerra era un medio político común, en la que nuestro continente y el mundo carecían de un orden de paz estable”. “Si algunos quieren devolvernos al pasado del nacionalismo, el imperialismo y la guerra, nuestra respuesta es que no está con nosotros”, remató.
“Nuestro objetivo es claro: Putin no debe ganar su guerra”, ha dicho Scholz. “Y estoy convencido de que no lo ganará. Ya ha fracasado en la consecución de todos sus objetivos estratégicos”. A su juicio, Putin subestimó no solo la capacidad de resistencia de Ucrania, sino también la cooperación internacional del G-7, la OTAN y la Unión Europea. “Juntos, hemos decidido unas sanciones tan duras y amplias como nunca se han impuesto a un país de tal tamaño”, ha subrayado el canciller.
“No habrá paz dictatorial rusa”, insistía Scholz. “Ucrania no aceptará eso y nosotros tampoco”. El mandatario se ha comprometido a que Alemania seguirá suministrando armas a Ucrania —“pueden confiar en Alemania”, aseguró— para que el conflicto termine lo antes posible, pero no hará nada que obligue a la OTAN a entrar en la guerra.
El político socialdemócrata ha ratificado el compromiso de reducir la dependencia energética de Rusia, primero acabando con las importaciones de carbón en otoño y para final de año con las de petróleo. Alemania asegura que sigue trabajando para poner fin a las importaciones de gas a través de fuentes alternativas y construyendo nuevas infraestructuras con la mayor rapidez posible. Todo ello obligará a su país, ha reiterado Scholz, a “realizar un proceso de reindustrialización” con el apoyo de empresas y trabajadores para apostar por la electricidad procedente de renovables como fuente de energía para la industria del país. Con ello, la primera potencia europea espera alcanzar la neutralidad climática para 2045.
Únete para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete
El canciller ha rechazado el análisis —que ha tenido gran eco estos días en Davos— de quienes creen que el mundo avanza hacia la desglobalización. Al contrario, Scholz defendió la globalización por los beneficios que ha proporcionado a los consumidores y por haber permitido sacar a miles de millones de personas de la pobreza: “Lo que se necesita en el futuro es una globalización sostenible y resistente que tenga en cuenta el cambio climático”. La globalización de las últimas tres décadas está llegando a su fin, pero la renacionalización no es una alternativa, apuntó.
Sigue toda la información internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.