Una Unión Europea ampliada, con Ucrania y los Balcanes, no puede regirse por las reglas actuales. Así lo ha advertido este martes el canciller alemán, Olaf Scholz, en el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo. El líder germano ha reclamado reformas en los tratados para acabar con las votaciones por unanimidad en temas de política exterior y de fiscalidad con el fin de hacer más gobernable una comunidad extendida. Una UE que deberá adaptarse a un mundo multipolar, con una guerra —la invasión rusa de Ucrania— en su continente y con China comportándose cada vez más como rival y competidor en lugar de como socio, ha avisado Scholz. “La Unión Europea debe cambiar. Necesitamos una UE geopolítica ampliada, reformada y abierta al futuro”, ha incidido el canciller alemán.
Scholz ha pedido más firmeza en el apoyo a Kiev frente a la invasión rusa durante el tiempo que sea necesario. Lanza ese mensaje en el Día de Europa, en el que la Unión celebra el aniversario de la Declaración Schuman —firmada en 1950 y que fue el embrión de la UE—, y solo poco después del despliegue de fanfarria de Rusia para conmemorar con desfiles militares (con menos músculo que el habitual) el Día de la Victoria del Ejército rojo sobre los nazis, que el régimen de Vladímir Putin se ha apropiado y ha convertido en un acto de enaltecimiento patriótico y de defensa de su guerra en Ucrania.
“A 2.000 kilómetros al noreste de aquí, en Moscú, Putin desfila con sus soldados, tanques y misiles. No nos dejemos intimidar por semejante demostración de fuerza”, ha dicho el canciller. Alemania, hasta la invasión a gran escala lanzada por el Kremlin hace 14 meses, coexistía de manera pragmática con Moscú y se alimentaba del gas ruso barato.
Scholz, que ha abogado por una cooperación militar más estrecha en el club comunitario, ha dado por hecho que la UE se ampliará. El canciller alemán ha instado a los Estados miembros y a las instituciones a mantener una “política de admisión honesta” y a respetar sus promesas y acoger a Ucrania, candidato desde junio de 2022 y a la espera de un informe sobre sus reformas para poder iniciar las negociaciones de adhesión. También a los países de los Balcanes, algunos de los cuales recibieron el compromiso sobre su integración hace dos décadas. Aunque para seguir sumando socios al club comunitario —500 millones de personas, ha apuntado el dirigente— hacen falta cambios, ha insistido. “La ampliación no debe ser el único motivo de las reformas, sino su objetivo”, ha señalado Scholz ante los eurodiputados.
“Ni la unanimidad ni el 100% de acuerdo en todas las decisiones crean la mayor legitimidad democrática posible. Al contrario. Es la negociación y la lucha por las mayorías y las alianzas lo que nos distingue como demócratas”, ha apuntado Scholz en su intervención ante los eurodiputados, en la que ha asegurado que el sistema de mayorías cualificadas, con una búsqueda de compromisos, también hace justicia a los intereses de las minorías. En un contexto como el actual, la reforma reduciría las posibilidades del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, de obstruir decisiones en materia de sanciones, política exterior y fiscalidad, como ha hecho en los últimos tiempos como maniobra para lograr el desbloqueo de subvenciones congeladas por sus problemas de corrupción y vulneraciones al Estado de derecho.
El canciller alemán pone sobre la mesa así un debate impulsado en los últimos días por nueve países europeos —entre ellos, los cinco mayores: Alemania, Francia, Italia, España y Países Bajos—, que abogan por reformar los procesos de toma de decisión en política exterior y de seguridad en la UE por los de la mayoría cualificada. Argumentan que eso fortalecería a la Unión como “actor de política exterior”. Para abrir la negociación del proceso de cambio de tratados hace falta solo una mayoría simple de países (14 de 27), pero para ratificar los cambios se exige unanimidad.
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SuscríbeteUna UE “abierta al mundo”
En un mundo de cambios, el político socialdemócrata ha reclamado una Europa más “abierta al mundo” y el impulso a los acuerdos de comercio internacionales para diversificar los suministros que llegan a la Unión y reducir vulnerabilidades que la guerra de Rusia en Ucrania ha puesto en evidencia —como la dependencia de los hidrocarburos rusos—. Y en ese escenario geopolítico está en los primeros puestos el gigante asiático. “Nuestra relación con China está acertadamente descrita por la tríada ‘socio, competidor, rival sistémico’, aunque sin duda la rivalidad y la competencia por parte de China han aumentado”, ha remarcado Scholz, que ha instado a aplicar una “estrategia de riesgos inteligente”.
Las palabras del canciller alemán coinciden en un momento en el que la UE está viendo cómo recalibra su relación con Pekín. Un debate que tiene enormes derivadas: la dependencia europea de bienes y materiales estratégicos de China; la cercanía de Pekín y Moscú, que tratan de impulsar su alianza frente a Occidente; la situación de Taiwán; la asertividad china y también, la guerra comercial entre Washington y Pekín.
Y en ese momento complejo de debate, la Comisión Europea quiere por primera vez sancionar a siete empresas chinas que suministran a Moscú productos a los que el país euroasiático da un uso militar y con los que alimenta su guerra en Ucrania. El nuevo paquete de restricciones anunciado por la jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, durante una visita en Kiev al presidente Volodímir Zelenski, incluye otras fórmulas para tratar de acabar con el hecho de que tecnología y productos europeos terminan en Rusia a través de países de fuera de la UE que siguen exportando a Moscú, como adelantó . “Proponemos prohibir las entidades ‘en la sombra’ de Rusia y de terceros países que eluden intencionalmente nuestras sanciones”, ha dicho Von der Leyen.
Scholz ha instado a los demás Estados miembros a no “obstaculizar” los nuevos acuerdos comerciales y de asociación con países del llamado Sur Global —como Mercosur, los acuerdos con México, Indonesia, Kenia o Australia― que pueden ayudar a la UE a reducir su dependencia de China y a la vez impulsar su propio desarrollo económico. “Si continuamos negociando nuevos acuerdos de libre comercio durante años sin resultado, otros dictarán las reglas en el futuro, con estándares ambientales y sociales más bajos”, ha lanzado.
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