El cambio climático está teniendo consecuencias catastróficas sobre todo en determinados puntos del planeta Tierra como la Antártida, donde esta semana se ha desprendido el iceberg más grande del mundo. Bautizado con el nombre de ‘A-76’, tiene una superficie de 4.320 kilómetros cuadrados y es más grande que la isla de Mallorca. Hasta 2017 el ‘A-68’ era el iceberg más grande a nivel global con una superficie de 6.000 kilómetros cuadrados, pero se desprendió.
La misión Copernicus Sentinel-1 consiguió captar algunas imágenes del iceberg, las cuales sirvieron a los científicos para calcular sus dimensiones: 170 kilómetros de largo y 25 kilómetros de ancho, según la Agencia Espacial Europea. Tras el desprendimiento en la Antártida, pasa a ser el iceberg más grande del mundo el A-32A, con 3.880 kilómetros cuadrados de superficie. También se encuentra en el mar de Weddell, aunque, según los expertos, por ahora no corre peligro.
En comparación, el iceberg A-74, que se desprendió de la plataforma de hielo Brunt en el mes de febrero de 2020, tenía 1.270 kilómetros cuadrados. El British Antartic Survey lo detectó y luego el Centro Nacional de Hielo de Estados Unidos, lo confirmó gracias a las imágenes de la misión Sentinel-1. Cuenta con dos satélites en órbita polar que captan imágenes de radar de apertura sintética de banda C las 24 horas del día, independientemente de si es de día o de noche. De esta manera, los científicos pueden observar en tiempo real regiones remotas como la Antártida durante todo el año.
¿Qué ocurrirá ahora?
Los expertos explican que la plataforma de hielo de la que se ha desprendido el que hasta ahora era el iceberg más grande del mundo ya estaba flotando en el agua, el nivel del mar no se verá afectado. Ahora bien, según la Agencia Espacial Europea, lo que sí afecta de forma indirecta a la subida del nivel del mar es la fractura de la plataforma de hielo.
En las próximas semanas distintos satélites seguirán rastreando la ruta que sigue el iceberg que se ha desprendido de la plataforma de hielo. Se espera que vaya acercándose a corrientes de agua más calientes y se fragmente en trozos más pequeños. Esto fue lo que ocurrió con el iceberg A-68. Terminó fragmentados en varios trozos y, cuando se acercó a la isla de Georgia del Sur, desapareció.
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