El presidente Andrés Manuel López Obrador reiteró que se debe de hacer una investigación para determinar si el maíz transgénico es dañino a la salud, ante la petición de Estados Unidos de crear un panel de solución de diferencias en el marco del tratado comercial entre México, EU y Canadá (T-MEC) sobre el tema.
“Se necesita hacer una investigación seria, a fondo, para resolver de una vez por todas sí es dañino o no ese maíz amarillo o presuntamente transgénico”, declaró este martes durante su conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional.
Esto, después de que Estados Unidos decidiera escalar sus objeciones a las restricciones impuestas por México a las importaciones de maíz genéticamente modificado y solicitara la semana pasada la creación del panel.
Ante esto, López Obrador aseguró que su gobierno aceptó que se investigue el tema para determinar si es dañino a la salud.
“Si se demuestra de que el maíz transgénico daña la salud, no solo afecta a México, afecta a consumidores de Estados Unidos y afecta a consumidores de otros países”, señaló el presidente.
AMLO subrayó que el maíz es nativo de México y por lo tanto afirmó que están “obligados” a cuidar esas variedades.
Recordó que el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt) ya está realizando una investigación y apuntó que antes de la creación del panel, ya habían propuesto a Estados Unidos formar grupos de trabajo para analizar el tema.
El mandatario también aclaró que no existen conflictos con Estados Unidos sobre temas energéticos.
Tras la solicitud de EU, el siguiente paso será designar a los miembros que integren el panel y emitir un calendario procesal. La SE estimó que la decisión final se dará a conocer “en el transcurso de 2024”.
La defensa mexicana estará respaldada por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, el Conahcyt y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
México compra cada año a EU este grano con valor de unos 5 mil millones de dólares, lo que convierte a este país en su mayor socio comercial. La mayor parte de esas compras son del amarillo genéticamente modificado utilizado para la alimentación del ganado.
Washington alega que el decreto de México que prohíbe las importaciones de este grano transgénico utilizado en masa y tortillas para el consumo humano no se basa en ciencia y viola sus compromisos en virtud del acuerdo comercial de América del Norte, en marcha desde 2020.
En contraste, México argumenta que el maíz biotecnológico perjudica a las variedades autóctonas y puede tener efectos adversos para la salud.
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