Existen un gran número de remedios caseros para limpiar las gafas, tango graduadas como de sol. Según la recomendación de los expertos, lo mejor siempre es utilizar una gamuza de microfibra, que deja los cristales relucientes y no los daña lo más mínimo. Sin embargo, no siempre tenemos una gamuza a mano, así que recurrimos a otras soluciones, como limpiar las gafas con Fairy y agua. Pero, ¿es una buena idea?
Pues bien, lo cierto es que no. Aunque parezca algo muy efectivo para quitar toda la suciedad, con el Fairy lo único que podemos conseguir es estropear la montura y el antirreflejante. Por limpiar las gafas una vez con este producto no pasa absolutamente nada, pero no debemos tomarlo como costumbre.
Las gafas están fabricadas con materiales muy delicados. Si no limpiamos los cristales con los productos adecuados, es muy probable que con el tiempo empecemos a ver círculos y rayones que no vamos a ser capaces de quitar nunca.
Cómo limpiar las gafas paso a paso
Por lo tanto, está claro que limpiar las gafas con Fairy no es recomendable porque es un producto abrasivo que puede dañar el tratamiento de los cristales. Con una gamuza es suficiente, pero si las lentes tienen suciedad incrustada podemos hacer lo siguiente:
- Lo primero es colocar las gafas debajo del grifo. Dejamos caer agua a temperatura ambiente sobre ellos durante 15-20 segundos.
- A continuación, aplicamos un par de gotas de jabón y frotamos suavemente con las yemas de los dedos ambas caras de los cristales. Es muy importante que el jabón sea pH neutro.
- Luego aclaramos debajo del grifo y, por último, secamos con una gamuza. Debemos evitar utilizar papel higiénico, una toalla o un paño de cocina.
- Es importante que todas las partes de las gafas queden bien secas, sobre todo las partes metálicas, como tornillos y bisagras, para que no se oxiden.
Errores más comunes
Uno de los errores más frecuentes a la hora de limpiar las gafas es utilizar nuestra ropa. Lo único que conseguimos haciendo esto es que las lentes, al roce con el tejido, creen pequeñas fracturas que, al juntarse, se conviertan en un borrón que nos impiden ver.
El papel de cocina y las servilletas dejan un residuo de pelusa que araña la superficie de las lentes. Lo que sí podemos utilizar es toallitas húmedas especialmente indicadas para limpiar gafas.
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