México tiene mucho que ganar si se mueve rápido y con efectividad para resolver junto con Estados Unidos la desconexión que produjo la pandemia en la proveeduría de industrias clave para la economía de ese país, en un momento en que muchas compañías buscan tener cadenas de suministro más cortas y confiables, dijo Eral Anthony Wayne, exembajador en México.
Pero México también tiene mucho que perder si maneja mal este problema, advirtió el exfuncionario, pues dicha desconexión se pone en duda la fiabilidad de las cadenas de suministro de América del Norte.
Wayne señaló que uno de los grandes desafíos de la relación bilateral es la implementación del USMCA o T-MEC, considerando que ambos gobiernos evalúan retrasar la implementación de ciertos capítulos como el automotriz, para reflejar los efectos de la pandemia.
El viernes 24, el gobierno de Estados notificó a su Congreso el cumplimiento de los gobiernos de México y Canadá de todos los procedimientos internos requeridos por ellos para la entrada en vigor del T-MEC y que el arranque ocurrirá el próximo 1 de julio, algo que el Gobierno mexicano a través de la Secretaria de Economía confirmó al día siguiente.
“Es vital esa implementación se realice de la manera más fluida posible, lo que significa que los tres gobiernos deben trabajar de la manera más cooperativa posible e involucrar al sector privado en ese proceso”, destacó el también exsecretario adjunto de Estado para asuntos económicos y comerciales.
Wayne señaló que los gobiernos de Estados Unidos y México no se coordinaron lo suficiente sobre qué cadenas de suministro eran esenciales o vitales, lo que produjo que México ordenara el cierre de plantas de productores de piezas e insumos clave, como alimentos, agricultura, insumos médica y aeroespacial.
“Hay varias razones que explican esta desconexión, pero el problema pone en duda la fiabilidad de las cadenas de suministro de América del Norte”, dijo Wayne, de amplia trayectoria en el gobierno de Estados Unidos, en un momento en que el objetivo debe ser que las cadenas de suministro de la región sean más seguras, resistentes y competitivas.
A medida que los dos países emergen de la pandemia, los dos grandes grupos de desafíos en la relación económica bilateral son reinventar las cadenas de suministro e implementar el UMSCA o T-MEC, señaló el también exsubsecretario adjunto principal de Estado para Europa, así como aprovechar al máximo la apertura y coordinarse seriamente porque se trata de un acuerdo que afectará profundamente a las tres economías y sus sociedades en las próximas dos décadas.
El T-MEC ofrece la promesa 16 años de certeza para que prospere la creatividad y la inversión del sector privado, pero los dos gobiernos tendrán que organizarse para reducir el tráfico transfronterizo mientras permiten que el comercio continuará, concluyó Wayne, hoy investigador del Woodrow Wilson Center.