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Selección de películas y libros para pasar un Halloween terroríficamente divertido en casa

La noche de Brujas. Halloween. La víspera de todos los santos. Son diferentes nombres, pero todos se asocian con el mundo de los espíritus, de los muertos. Más allá de la decoración de los hogares, cada día más presente en nuestro país, las actividades típicas de esta festividad son el truco o trato, los disfraces, la lectura de historias de miedo y el visionado de películas de terror. Con todo esto, podría parecer que esta noche está un poco alejada de los más pequeños de la casa (los niños hasta los tres años). Pero no es así. Ellos también pueden disfrutar con sus padres de esta celebración en casa. A continuación, te proponemos seis actividades sencillas y asequibles para hacer con tus peques que harán que toda la familia viva una noche mágica. Todos ellos están propuestos por distintas educadoras infantiles, por lo que tienen su punto pedagógico. Aprender y divertirse: ¿te atreves?

Hagamos fantasmas con los pies: “Es algo muy simple”, nos explica Astrid, educadora infantil. “Lo único que hay que tener es pintura blanca, de la no tóxica y una gran cartulina. Se coge el pie del pequeño o pequeña, se le aplica la pintura y se sujeta firme cuando se apoye en el cartón. Lo más cómodo es una mesa o el suelo. Una vez esté seco, se ponen los ojos y la boca”, añade.

Juego de fantasmas.

Vamos a contar una historia de miedo: Sentados en círculo vamos a contar un cuento. “A esta edad (de los 0 a 3 años), hay que escoger un cuento que les cuente qué es Halloween. Es lo mejor, nada que dé mucho miedo, para que vayan sabiendo lo qué es, por qué se celebra”, explica Adriana, educadora anglohablante, mientras su clase de bebés de cero a un año, algunos disfrazados de calabaza, la escucha con atención. “Hay que gesticular, hacerles partícipes y la entonación es fundamental para que ellos sepan los cambios de ritmo, eso sí lo notan. Leer en voz alta historias es una actividad fundamental. Despierta la imaginación”, concluye.

Contar una historia sobre Halloween.

Jugar con luces en la oscuridad: La oscuridad es algo característico de la noche de Halloween. Los muertos salen de noche, pero podemos hacer que haya luz. “Podemos trabajar con cualquier tipo de luz, puede ser una linterna, una vela, metiéndola en un frasquito, de manera que no se quemen los niños”, dice Adriana. “Por ejemplo, estas luces de dedo que yo llevo”, prosigue mientras muestra unos pequeños dispositivos LED, en forma de anillo, de diferentes colores, “son muy baratos y a los bebés les llaman mucho la atención”. Si a los peques les da miedo la oscuridad, la educadora recomienda poner luz tenue. “También podemos usar estos palitos que cuando los aprietas se iluminan”. Una vez elegida la fuente de luz, nos quedamos a oscuras y el juego empieza. Ambas educadoras, son dos en el aula, empiezan a mover las luces y los peques juegan con las sombras y los diferentes colores. Es un juego muy bueno para trabajar la estimulación”, agrega.

Juego de luces en la oscuridad.

Con las manos en la masa: Estar en la cocina puede ser una actividad muy divertida para esta noche de brujas. “Podemos empezar haciendo unas brochetas con tomate Cherry, zanahoria y queso de burgos”, explica Ana, cocinera de la escuela infantil El Girasol. “Luego podemos hacer también gominolas con zumo de frambuesas, de arándanos y moras que ahora es temporada y con agar-agar, mejor que el azúcar. Hay que añadir gelatina”, explica. Hay muchas recetas fáciles en Internet. “Y, además, podemos añadir al festín de Halloween fruta desecada con kiwi, mango, piña (…) y así evitar los dulces industriales”, añade la experta que, además, es nutricionista. Los caramelos son muy típicos de esta celebridad y son muchos los expertos que alertan del abuso de los industriales. “Mejores los caseros”, enfatiza la cocinera

Más ideas: “Para hacer, por ejemplo, la forma de una araña, podemos hacer el cuerpo con arroz y ponemos las patitas con espaguetis de tinta de calamar alrededor y con aceitunas negras le ponemos la cabeza”. “Por último, es muy típico el pastel de calabaza. Y es fácil. Se pone en un molde, una mezcla de huevo batido, nata (o leche de avena), con un poquito de maizena para espesar, tomate frito natural y calabaza triturada. Es algo muy sencillo que puede hacer toda la familia junta. Se cocina al baño María a 170 grados centígrados, unos 40 minutos”, termina.

Cocinar todos juntos.

¿Cómo es una calabaza?: Esta es la pregunta que lanza Lucía, también educadora infantil, a su grupo de una docena de niños de dos a tres años. “No”, gritan todos al unísono…. “Pues la calabaza es una fruta, ¿queréis ver una?”, pregunta. “¡Síiii!”, repiten con entusiasmo. La educadora saca tres calabazas de una bolsa y se las pasa rodando a sus alumnos, “cuidado que pesan mucho”, advierte. “Ellos no van a entender mucho lo que es Halloween, pero saben que, estos días, las calabazas están por todas partes. Y puede ser un juego muy divertido para estos días conocerlas”, añade. “Con preguntas como ¿se come la calabaza? ¿qué tiene dentro? ¿de qué color es? ¿está mojada? ¿fría? ¿sabes lo que es la pulpa? pueden ayudarles a reconocer la calabaza. Puede ser un juego muy educativo y divertido”. “Y luego también es importante que la prueben, que la toquen, que la manipulen”, concluye.

Decorar una calabaza de verdad.

Hacer caras en la calabaza: Una vez conocen el fruto, “podemos pasar a decorarla”, explica Lucía. “Es muy sencillo. Primero cortamos la parte de arriba de la calabaza para que le quede como un sombrero. Luego, con un lápiz o rotulador, dibujamos los ojos y la boca. Con un cuchillo, mejor si lo hace papá o mamá, eliminamos las partes dibujadas de la calabaza para que queden huecas”, explica. “Por último, podemos colocar en su interior una vela o linterna. Apagamos la luz y se iluminan los recovecos. Es una actividad muy chula, a la par que decorativa para esta noche de brujas”, termina.

Disfrazarse con trajes que no den miedo.

Como consejos adicionales, las educadoras recomiendan disfraces cómodos, que no sean muy terroríficos y no maquillar mucho la cara de los peques, “les podría dar miedo, no reconocerse y mancharse excesivamente”. “Los padres tienen que saber que cuando los niños son tan pequeños no van a llegar a entender qué es lo que significa Halloween, pero si les podemos acercar a elementos de esta festividad y que poco a poco la vayan conociendo”, concluyen.

 *agradecimientos a la E. I. El Girasol

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