Senado aprueba reforma al Poder Judicial

La reforma tiene como uno de sus ejes principales reforzar las facultades institucionales de combate a la corrupción y al nepotismo.

Con 71 votos en favor y 13 en contra, la Cámara de Senadores aprobó la reforma al Poder Judicial. El dictamen, que modifica diversas disposiciones de la Constitución, tiene como uno de sus ejes principales reforzar las facultades institucionales de combate a la corrupción y al nepotismo. 

Esto, a través de la consolidación de la carrera judicial para todas las categorías, a las que se accederá mediante concurso de oposición, además de limitar la discrecionalidad de nombramientos otorgados por jueces y magistrados

Otro de sus objetivos es procurar el fortalecimiento del Instituto Federal de Defensoría Pública, de “manera que los defensores públicos se conviertan en verdaderos abogados de los pobres”, enuncia un comunicado difundido por el Senado de la República. 

El senador Cristóbal Arias Solís, presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, aseguró que se trata de una reforma importante, de una gran trascendencia y de largo alcance, la cual contribuirá al fortalecimiento del Poder Judicial, de la impartición de justicia y de la conformación de una sociedad mucho más justa.  

Por su parte, el presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) de la Cámara Alta, Ricardo Monreal Ávila, afirmó que el dictamen no socava el federalismo ni se imprime una complicidad o exceso en las facultades del Presidente de la Corte y cuestionó: “¿en dónde está el empoderamiento y el desequilibrio de Poderes en estas disposiciones?”.

En contraste, la senadora panista, Xóchitl Gálvez, advirtió durante la discusión en el Pleno sobre la necesidad de “reformar con mucho cuidado y paciencia un ámbito tan delicado porque una leve equivocación puede crear cientos de miles de injusticias para aquellos que más necesitan una defensa adecuada de sus intereses”.

El senador Raúl Bolaños, del Partido Verde, destacó la importancia de rediseñar al Poder Judicial y consolidar a la Suprema Corte como un verdadero tribunal constitucional. 

“(La reforma) robustece la impartición de justicia con los Tribunales Colegiados, se fortalece a los defensores del pueblo y se suma a la erradicación de la corrupción, el nepotismo y el favoritismo”, expresó. 




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