La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo se posicionó nuevamente este miércoles en contra de un posible conflicto violento entre Estados Unidos y Venezuela, esto tras las más recientes declaraciones del presidente Donald Trump.
Ayer, el estadounidense emitió una declaración en la que anunció una serie de medidas contra el gobierno de Venezuela y elevó el tono de sus acusaciones contra el presidente Nicolás Maduro.
Con las tensiones alcanzando un nuevo punto máximo, la mandataria reiteró la postura mexicana de buscar una “solución pacífica”, no permitir la intervención extranjera, y respetar la “autodeterminación de los pueblos”.
Este posicionamiento, afirmó, es por “convicción y Constitución”, recordando que más allá de las opiniones personales en torno al gobierno o “régimen” de Nicolás Maduro en Venezuela, los gobernantes de México deben apostar por la paz.
Por otro lado, Sheinbaum Pardo se lanzó en contra de la inacción por parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para actuar en contra de la escalada de tensiones en el conflicto.
Que asuma su papel, no se le ha visto. Que asuma su papel para evitar cualquier derramamiento de sangre.
Las palabras de Sheinbuam atienden las afirmaciones de Trump asegurando que Venezuela quedó “completamente rodeada” por lo que describe como la mayor concentración naval en la historia de Sudamérica; el republicano además advirtió que esa presencia militar aumentó con el objetivo de presionar al gobierno venezolano.
Según su declaración, las acciones se mantendrán hasta que Venezuela ‘devuelva’ a Estados Unidos petróleo, tierras y otros activos que aseguró fueron “robados”.
En el mensaje, el mandatario calificó al gobierno de Maduro como un “régimen ilegítimo” y lo acusó de utilizar ingresos petroleros para financiar actividades criminales, entre ellas narcotráfico, trata de personas, asesinatos y secuestros.
Asimismo, sostuvo que, por estas y otras razones, el gobierno venezolano fue designado como una organización terrorista extranjera.
De esta manera, Trump anunció la orden de un bloqueo “total y completo” a todos los petroleros sancionados que entren o salgan de Venezuela, como parte de las medidas de presión económica contra Caracas.
