El recontagio de coronavirus depende de la cantidad de anticuerpos neutralizantes que tenga el enfermo. Si tiene pocos anticuerpos hay muchas más probabilidades de que vuelva a contagiarse. Para dar respuesta a estas preguntas, la ciencia busca en los datos disponibles, y las evidencias que tenemos son siempre de momentos pasados. Sobre la ómicron tenemos todavía pocos datos. Pero el paso de la variante delta a la ómicron puede servirnos para entenderlo. Realmente ha habido un escape de inmunidad. La ómicron está contagiándonos más porque es capaz de escapar a la inmunidad que nos habían conferido o bien las vacunas o bien las infecciones previas con otras variantes. Por tanto, sí que es posible que una persona que se ha contagiado de la ómicron pueda volver a contagiarse de la ómicron o de las posibles variantes que vengan después. Todo dependerá de la cantidad de anticuerpos neutralizantes que tenga. La única opción para saber si una persona está en riesgo de reinfectarse sería saber si tiene o no suficiente cantidad de esos anticuerpos neutralizantes, pero esta clase de pruebas son muy complejas y solo se hacen en el contexto de proyectos de investigación. Además, tendrían que hacerse de forma periódica.
Justo después de la infección es cuando tenemos mayor nivel de anticuerpos neutralizantes, aunque hay personas infectadas que no llegan a producir mucha cantidad de estos anticuerpos en concreto. Según va pasando el tiempo tras la infección y la activación de la respuesta inmune va disminuyendo, empezamos a tener más riesgo de reinfección porque la cantidad de anticuerpos neutralizantes va disminuyendo. Por eso las personas infectadas también deben vacunarse transcurrido un tiempo tras el paso de la enfermedad. Datos de este verano de los Centros de Control de Enfermedades de Estados Unidos indican que entre las personas que han pasado una infección por SARS-CoV-2, la vacunación otorga protección adicional frente a las reinfecciones.
Lo mismo ocurre con las personas vacunadas que no se han contagiado, con el tiempo sus anticuerpos neutralizantes también disminuyen y por esa razón se están utilizando dosis de refuerzo para incrementar la cantidad de esos anticuerpos y disminuir el riesgo de contagio. También hay que considerar que las probabilidades de reinfección podrían aumentar si apareciera una nueva variante del virus que escapara a la inmunidad generada por la ómicron, las variantes anteriores o las vacunas que tenemos hasta el momento.
Existen muchos casos reportados de personas que se han reinfectado con SARS-CoV-2, algo que es más fácil demostrar desde el punto de vista científico cuando se contagian con variantes diferentes, porque permite distinguir la reinfección de una situación en la que el primer virus ha permanecido en el organismo escondido y ha vuelto a reaparecer pasado un tiempo, algo que también puede ocurrir en personas con inmunidad comprometida. Como hemos podido comprobar desde hace unas semanas, la aparición de la ómicron ha aumentado muchísimo el riesgo de reinfección. En el informe 49 del Centro para el Análisis de enfermedades globales del Reino Unido se detalla que está asociada con un incremento del riesgo de reinfección entre 4,8 y 6 veces más que con la variante delta.
Este aumento tiene que ver con el potencial de esta variante para escapar a la inmunidad previa que confería la infección natural con otras variantes y también las vacunas. Para frenar la entrada de la ómicron a las células sabemos que hacen falta cantidades más altas de anticuerpos neutralizantes. Esta es una de las razones por las que se han iniciado estudios clínicos con vacunas específicas diseñadas frente a la ómicron. Sin embargo, no podemos descartar que en el futuro surjan otras variantes más transmisibles que la ómicron y que escapen a la inmunidad generada por esta variante, las anteriores o incluso las vacunas, de ahí la importancia de vigilar y evitar la aparición de nuevas variantes.
A pesar de que la posibilidad de reinfección es real, hay que destacar que el riesgo de hospitalización o desarrollo de enfermedad grave disminuyen drásticamente desde el momento en que superamos la infección natural o nos vacunamos con la pauta completa. La inmunidad celular y humoral frente al virus están resultando clave para evitar las hospitalizaciones y las muertes independientemente de la variante con la que nos infectemos. Por ello es tan importante el acceso a las vacunas en todo el mundo. Aunque vacunarnos no pueda frenar completamente el avance de nuevos contagios o reinfecciones, sí podría evitar la muerte de las personas infectadas a escala mundial.
Nuria Izquierdo-Useros es doctora en biología, jefa del grupo de patógenos emergentes de IrsiCaixa.
Pregunta enviada vía email por Paula García
Coordinación y redacción: Victoria Toro
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