El “crecimiento a toda costa” fue el combustible para el fuego de financiación de 2021, ya que los capitalistas de riesgo invirtieron dinero en nuevas empresas gastando montones de efectivo en todo, desde la contratación excesiva hasta la adquisición ineficiente de clientes. Pero en medio de la recesión de este año, los capitalistas de riesgo decidieron, al menos decirlo, que quemar dinero en efectivo en nombre del crecimiento tal vez no fuera su mejor idea.
Sacan memorándums, tuiteó al respecto, y dedicó tiempo a contar reporteros que tal vez se equivocaron en algunas de sus apuestas más arriesgadas. Dijeron que la preservación del efectivo y un camino potencial hacia la rentabilidad era la sopa del día de la inversión en el segundo trimestre, mientras que hacer grandes apuestas arriesgadas en nuevas empresas de rápido crecimiento que quemaban efectivo estaba fuera del menú. Pero, ¿sus acciones se alinearon con sus palabras? Realmente no.