Si tienes esta mutación genética es posible que nunca contraigas Covid. El coronavirus SARS-CoV-2, causante de la pandemia de Covid-19, ha demostrado una gran capacidad de adaptación y evolución, generando miles de mutaciones en su genoma desde que saltó a nuestra especie. Sin embargo, algunas personas podrían tener una ventaja genética frente al virus, que les permitiría resistir o evitar la infección, pero. ¿Qué implica esta mutación y cómo se puede identificar? ¿Qué consecuencias tiene para la salud y la respuesta inmune? .
Esta mutación genética puede evitar que contraigas Covid
Un reciente estudio ha revelado información crucial sobre el COVID-19 asintomático y la base genética que subyace en este fenómeno. Según los investigadores de UC San Francisco liderados por Jill Hollenbach, ciertas personas que contraen el virus, pero nunca desarrollan síntomas, conocidos como «súper esquivadores», pueden albergar una poderosa arma contra la enfermedad en su ADN.
El enigma del porqué algunas personas pueden infectarse con el SARS-CoV-2 sin presentar síntomas ha desconcertado a los científicos desde el inicio de la pandemia. Sin embargo, este nuevo estudio que fue publicado en la revista Nature, ofrece la primera evidencia científica de que existe una base genética para el COVID-19 asintomático.
Los investigadores centraron su atención en el antígeno leucocitario humano (HLA), una proteína crucial en el sistema inmunológico que marca las células del cuerpo como propias o extrañas. Descubrieron que una mutación en uno de los genes que codifican el HLA, específicamente la variante HLA-B*15:01, parece jugar un papel esencial en la respuesta del sistema inmunológico contra el SARS-CoV-2.
Las células T son una parte crucial del sistema inmunológico, ya que son las encargadas de detectar y eliminar las células infectadas por virus. En personas que portan la variante genética HLA-B*15:01, estas células T tienen la capacidad única de identificar el SARS-CoV-2 y lanzar un ataque efectivo contra él. Es interesante notar que las células T de estas personas pueden reconocer al nuevo coronavirus incluso si nunca han estado expuestas a él, gracias a su semejanza con los virus del resfriado estacional que ya conocen. Este hallazgo tiene implicaciones prometedoras para el desarrollo de nuevos medicamentos y vacunas dirigidos a esta variante genética específica.
El estudio analizó los datos de más de 1.400 voluntarios no vacunados que dieron positivo por COVID-19 entre febrero de 2020 y abril de 2021, antes de que las vacunas estuvieran ampliamente disponibles y que previamente pertenecían a un banco de donantes de médula con más de 30.000 donantes. De estos, 136 personas se mantuvieron asintomáticos durante al menos dos semanas antes y después de dar positivo. Lo más sorprendente es que los factores de riesgo tradicionalmente asociados con una forma grave de COVID-19, como la edad avanzada, el sobrepeso y enfermedades crónicas como la diabetes, no tuvieron influencia en aquellos que permanecieron asintomáticos. Esto sugiere que, independientemente de otros factores de riesgo, la variante genética HLA-B*15:01 parece tener un papel dominante en proteger a estas personas de desarrollar síntomas graves.
La variante HLA-B*15:01 es relativamente común y se estima que la porta aproximadamente el 10 % de la población. Aunque no evita que el virus infecte las células, sí parece ser muy efectiva para prevenir la aparición de síntomas, incluyendo los leves, como secreción nasal o dolor de garganta apenas perceptible.
Este descubrimiento es un paso significativo en la comprensión del COVID-19 y la variabilidad en la respuesta inmunológica de las personas frente al virus. No solo proporciona una explicación del COVID-19 asintomático, sino que también abre nuevas vías de investigación para entender cómo el sistema inmunológico puede ser potenciado para mejorar la resistencia frente a enfermedades infecciosas.
En última instancia, estos hallazgos podrían ayudar a informar futuras estrategias de prevención y tratamiento del COVID-19, y tal vez de otras enfermedades infecciosas, con enfoques personalizados basados en las características genéticas individuales. A medida que continuamos enfrentando desafíos de salud pública, la investigación genética desempeñará un papel cada vez más importante en nuestra lucha contra las enfermedades infecciosas.
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