Agentes de la Policía federal resguardan una carretera en Nuevo Laredo, en una imagen de archivo.Gabriela Pérez Montiel (Cuartoscuro)
Hace una semana, Nuevo Laredo amaneció entre balaceras y narcobloqueos. Este miércoles, la ciudad fronteriza ha vuelto a ser escenario de un enfrentamiento armado entre presuntos integrantes del crimen organizado y los militares, según ha informado la Secretaría de Seguridad del Estado de Tamaulipas. Han muerto siete civiles y cuatro vehículos han sido asegurados. Los hechos han tenido lugar en la Carretera Monterrey – Nuevo Laredo, en las inmediaciones del Puente Corona. Las autoridades aseguran que “la situación ya está controlada”, pero muchos colegios han suspendido las clases para el día de hoy.
La Escuela Secundaria Técnica 80 de Nuevo Laredo dejó al criterio de los padres llevar a sus hijos al colegio, aunque dos horas antes se había decidido que ese día no habría clases. “Hoy no habrá faltas para los alumnos. Debido a que las autoridades en seguridad informan que la situación está controlada y con la finalidad de dar continuidad a las actividades escolares, se informa que el ingreso a la escuela será a las nueve de la mañana”, informó la escuela a través de su página de Facebook. Ante los mensajes cambiantes de las autoridades y de los colegios, que deciden individualmente las acciones pertinentes, los padres se mostraban confundidos. “Ya se cambiaron de opinión otra vez”, aseguraba una madre.
La ola de violencia que se desató el pasado 27 de noviembre provocó la suspensión de las clases y del servicio del transporte público. Los trabajadores de las maquilas tuvieron que resguardarse en las fábricas donde trabajaban. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, confirmó en su conferencia matutina que los enfrentamientos se produjeron durante la captura del jefe de un grupo criminal. En marzo de este año, la detención de Juan Gerardo Treviño, El Huevo, líder del Cartel del Noreste, hizo que Nuevo Laredo se llenara de balas en una batalla contra el crimen que parece no tener fin.
Las consecuencias de la violencia van más allá de las muertes y los heridos y afectan también a la economía. La Federación de Cámaras de Comercio en Tamaulipas asegura que la violencia continua en el Estado ha generado pérdidas por más de 100 millones de pesos en la economía de la región. El organismo pidió el pasado 28 de noviembre a las autoridades que restablezcan el orden y la gobernabilidad en Nuevo Laredo. Durante las balaceras los negocios permanecen cerrados y los clientes tampoco acuden a los que están abiertos por miedo a que revivan los enfrentamientos en cualquier momento.
Además, Nuevo Laredo es la puerta principal de entrada y salida de mercancías a México. Esta aduana es una de las que más operaciones de comercio exterior realiza en nuestro país, y este tipo de eventos “ponen nerviosos a los importadores”, aseguraba Julio César Almanza Armas, presidente de la Federación, al diario El Sol de Tampico. Debido a los parones de actividad ocasionados por las balaceras, las cadenas de suministro al comercio por tierra y las importaciones aduaneras y tributación también sufren.
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