LA HABANA — Los equipos de rescate y salvamento de Cuba localizaron en la madrugada de este martes un nuevo cuerpo en el hotel Saratoga, cuatro días después de la explosión que había dejado hasta el lunes 40 fallecidos y 94 lesionados. Al menos tres personas continúan desaparecidas.
“Se logró pasar del sótano al subsótano en las operaciones de rescate y salvamento y continúan realizando las labores de escombreo”, afirmó la primera secretaria del Partido Comunista de Cuba (PCC, único legal) en La Habana Vieja, Tamara Placeres, citada por la emisora local Radio Rebelde.
En tanto, el jefe del Cuerpo de Bomberos de Cuba, coronel Luis Guzmán, informó que al menos tres trabajadores del hotel siguen desaparecidos.
“La búsqueda se centra en las áreas de la cocina y el comedor en condiciones de “alto riesgo” por lo que también se protegen a rescatistas y bomberos”, confirmó Guzmán, según la estatal Agencia Cubana de Noticias.
Las esperanzas de encontrar sobrevivientes entre los escombros se vuelve difícil luego de tantas horas, aunque las autoridades cubanas han reiterado que no detendrán la búsqueda hasta encontrar a los desaparecidos.
Los últimos datos del Ministerio de Salud Pública cifran en 40 los muertos debido a la explosión del viernes con edades comprendidas entre los 10 y los 77 años y la mayoría cubanos, excepto una joven turista española.
Los lesionados suman los 94, de los que 18 siguen hospitalizados.
El Gobierno cubano ha reiterado que se trató de un accidente provocado por un escape de gas cuando un camión cisterna de gas licuado estaba recargando un depósito del establecimiento.
Guillermo Díaz, jefe de seguridad del Saratoga, participaba de una reunión para poner a punto los detalles de la reapertura del hotel cuando ocurrió la explosión.
“Todo fue muy rápido, cuando volví en mí estaba bajo los escombros, no tenía idea de lo que estaba pasando”, recordó Díaz. “Me di cuenta de que tenía heridas en la frente, en la cabeza. No tenía fuerzas, había muchos compañeros al lado mío y yo intenté ayudarlos, pero era en vano”.
Frente al hotel, en una escuela primaria, 300 niños estaban en clase cuando se produjo el sacudón de la onda expansiva. Cinco resultaron con lesiones leves.
“El estallido me levantó automáticamente del asiento. Y quedé aturdido”, comentó Kamil Llanez, un estudiante de sexto grado. “Después todo se volvió confuso”. Los niños fueron sacados por una maestra y recogidos por los padres, muchos de ellos vecinos.
El lunes en la escuela había trabajadores levantando escombros y retirando cristales rotos. Los menores fueron reubicados en escuelas cercanas donde retomaron sus clases.
En tanto, médicos reportaron que de los niños hospitalizados el de mayor cuidado es un pequeño de dos años -que no estaba en la escuela-, que fue operado de emergencia por un trauma craneoencefálico.
“En este momento se sigue la evolución de cómo ese cerebro está respondiendo al procedimiento quirúrgico que tuvo”, explicó la doctora Lissette López al portal oficial Cubadebate.
También se comenzó a trabajar en un edificio aledaño muy afectado y que se convirtió en una estampa de la devastación: ya sin su fachada puede observarse el interior de los apartamentos como si fuera una casa de muñecas. En uno de ellos, con las paredes pintadas de rosado, se ven las fotos de una quinceañera milagrosamente aún pegadas a las paredes, un sofá con varios osos de peluche y un sillón mecedor.
ENTRE RESCATES Y CUERPOS ENCONTRADOS
La víspera los rescatistas lograron sacar con vida de la sala de ese apartamento a la mascota de Alard, un labrador negro que según los veterinarios se encuentra bien.
Entre las personas que aún no han sido encontradas está Shaidis Cobas, una camarera del hotel. “Tiene 27 años. Pienso que está viva, es la esperanza más grande que tengo”, dijo su madre Yautma Cobas.
El cuerpo del cocinero del hotel Rafael Viga, de 50 años y padre de dos hijos, apareció en las últimas horas. Su familia esperó novedades durante tres días en las inmediaciones del Saratoga, donde las autoridades instalaron un puesto de información.
Entre los fallecidos está la española María López-Cerón, de 29 años, quien según medios de prensa españoles era empleada de un banco. La mujer vacacionaba junto a su pareja César Román -quien se encuentra grave en el hospital- y juntos pasaban frente al hotel cuando ocurrió la explosión.
Las autoridades indicaron que unas 37 familias debieron ser evacuadas de edificios vecinos del Saratoga, muchos de ellos que ya estaban muy deteriorados.
MÁS DE UN SIGLO DE HISTORIA
El Saratoga fue construido en 1880 y desde 1911 funcionaba como un hotel. Su última restauración tuvo lugar en 2005, cuando se reformó el edifico en profundidad.
Este alojamiento de lujo con categoría cinco estrellas está enclavado en la icónica avenida Paseo del Prado, en el centro histórico de la capital cubana, la zona más visitada por los turistas que llegan a la isla.
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