Un hombre de entre 50 y 60 años permanece ingresado en un hospital de Roma desde agosto del pasado año 2018. No recuerda nada y nadie sabe quién es. La única información que tienen sobre él es que se llama Igor Kozlov. Fue encontrado en una acera de la ciudad con una crisis epiléptica hace ahora más de un año. Desde entonces no ha recibido una sola visita, y en el hospital ya no saben qué hacer con él.
Llegó al hospital de Roma el 22 de agosto de 2018. Desde entonces permanece en una sala de urgencia. Cada día los enfermeros se encargan de lavarlo, cambiarle de ropa y suministrarle su medicación. Mientras, los directivos se preguntan qué hacer con el hombre sin memoria.
Al no tener identidad, las organizaciones humanitarias no pueden hacerse cargo de él. Adolfo Pagnanelli, el director del hospital en el que Igor permanece ingresado, ha solicitado ante el juzgado de lo Civil la asignación de un administrador de apoyo para Igor.
Las autoridades italianas han tratado de buscar más información sobre él en la embajada rusa, pero ni siquiera tienen constancia de su existencia. No lo conocen y, lo que es peor, no hay ningún registro de Igor Kozlov. Por lo tanto, todo apunta a que este no es su verdadero nombre.
Diversos mediadores sociales le han visitado en el hospital de Roma para tratar de saber algo más sobre él. Sin embargo, es una tarea muy complicada porque el hombre ni siquiera habla. Solo emite algunos sonidos guturales, y los sanitarios desconocen si realmente tiene capacidad de entendimiento.
Por su parte, los agentes de inmigración no dan respuesta a las solicitudes del hospital. Y así transcurren los días del hombre ingresado en el hospital de Roma, sin memoria y sin identidad.
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