Esta protesta nacional, la tercera en menos de dos semanas pero la primera convocada por la totalidad de las centrales del país, podría ser decisiva en este pulso con el gobierno que ya dura casi dos semanas.
Las principales organizaciones sindicales llamaron a los franceses a salir a las calles este martes ante la negativa del gobierno de Emmanuel Macron para retirar su propuesta de reforma de pensiones.
Las protestas, que iniciaron el 4 de diciembre, han provocado el colapso en las grandes ciudades como París, con el servicio del metro y trenes de cercanías abarrotados.
Este martes París acogerá la manifestación principal que partirá pasado el mediodía desde la plaza de la República y también habrá protestas en ciudades como Marsella, Lille, Lyon o Toulouse, destaca Radio Francia.
Esta protesta nacional, la tercera en menos de dos semanas pero la primera convocada por la totalidad de las centrales del país, podría ser decisiva en este pulso con el gobierno que ya dura casi dos semanas.
La huelga inició a primera hora de la mañana, ya que la mitad de las 16 líneas del metro estaban cerradas, las otras ocho tenían servicios mínimos, y sólo un 30 por ciento de autobuses circulaba con dificultad en medio de interminables atascos.
Se estima que el 55 por ciento de los franceses apoya esta movilización social, que para algunos es “inaceptable” que la huelga se prolongue durante las fiestas de fin de año.
Los sindicatos se oponen al plan del gobierno, que busca fusionar los 42 regímenes de pensiones existentes en un sistema único y atrasar dos años la edad de jubilación para recibir una pensión completa.
En tanto, el alto comisionado encargado de la polémica reforma, Jean-Paul Delevoye, conocido en Francia como “Monsieur Retraites” (Señor Pensiones), dimitió la víspera, envuelto en un escándalo por “conflicto de intereses”.
El funcionario no había declarado 13 cargos, algunos de ellos remunerados, que desempeñaba simultáneamente a su cargo en el gobierno, lo que está prohibido por la Constitución en Francia.
Aunque su dimisión no está directamente vinculada con la reforma que él ideó y la huelga que ha provocado sí fue vista como una derrota para el gobierno.
Para intentar desbloquear la situación el primer ministro francés, Edouard Philippe, invitó a los sindicatos y a las organizaciones patronales a mantener “reuniones de trabajo” el miércoles y el jueves, tras las manifestaciones. (Ntx)