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Siro López, el abuelo de Twitch: “José María García fue el gran comunicador del siglo XX. Ibai Llanos, el de este”


“Siroooooo, noooooo”, gritó Ibai Llanos cuando vio morir a Siro López. Gritos similares a los de los streamers Auronplay, Elxokas o IlloJuan. Entre todos suman casi 25 millones de seguidores en Twitch, la plataforma de vídeo en directo propiedad de Amazon. López acababa de morir en la primera prueba de El juego de calamar, la serie de Netflix adaptada para Minecraft, un videojuego muy popular que permite la creación de mundos propios. Hace una semana se reunieron docenas de gamers en español para competir por un premio de 100.000 euros. Siro López, un veterano periodista deportivo gallego de 65 años, probablemente doblaba la edad del más mayor del resto de participantes.

López había jugado por primera vez a Minecraft un par de días antes, con su hijo Xavi de maestro poco paciente. Estaba nervioso ante miles de espectadores: ”Estoy con la tensión alta, no me he tomado las pastillas, me va a dar el parraque”, decía mientras esperaba el inicio. ”Solo quiero no ser el primero en morir”, repetía. No lo fue, pero casi: murió en la primera prueba.

Siro López y Julia Giménez responden a preguntas de su canal en una sesión reciente.

En menos de un año, López se ha ganado el título de “abuelito de Twitch”, en palabras de Julia Giménez, su mujer, que bautizada como Julita59 también es un personaje habitual del canal. “No puedo renunciar a la etiqueta de abuelo. Somos así. Lo que trasladamos es como somos en casa”, dice López en su vivienda de Las Rozas, donde ha habilitado un cuartito de plató de Twitch, con su luz de aro, patrocinadores, silla de colorines, micro de locutor y carteles. Es habitual ver a López con su bata de boatiné y las gafas caídas intentando averiguar cómo funciona algo en la pantalla. “[El youtuber] Frank de la Jungla dijo el otro día que se ponía alguna noche el canal de Siro porque le hacía mucha gracia vernos a los dos con las gafitas caídas leyendo el chat de Twitch”, explica Giménez.

La entrada y éxito de Siro López en Twitch es una prueba más de la sigilosa pero constante evolución de la plataforma hacia audiencias nuevas. Twitch empezó para jugadores de videojuego y la mayoría de sus estrellas lo sigue siendo: Auronplay, Rubius, theGrefg centran su actividad en jugar y comentarlo en directo. Pero el éxito de Ibai Llanos, más abierto a otros públicos, y sus campanadas con Ramón García, su mundial de globos con Gerard Piqué o su reciente adaptación de Masterchef como “Disaster chefs” ha inaugurado un camino que de momento han tomado también varios periodistas deportivos, cada uno con su personalidad y objetivos. A diferencia de otras plataformas, el poder del español en Twitch es extraordinario: los tres canales con un pico mayor de espectadores han sido en español, TheGrefg, Ibai y Elxokas (precisamente hace una semana cuando quedó finalista en El juego del calamar).

López es el padrino de todos y es el que más se ha acercado a las dinámicas distendidas de la plataforma: jugar, consultorios a través del chat, naturalidad extrema, troleo sin reparos. López es una mezcla única de adolescente y abuelo cebolleta: “¿Dónde cojones está la almohadilla?”, preguntaba López en un directo reciente como cualquier señor aturullado ante el teclado, usa “bro”, pregunta qué es Onlyfans cuando alguien lo cita en el chat [es una plataforma con mucha oferta de porno] y usa Discord [una aplicación de chat para gamers]. López está cómodo en ese rol: “Soy muy Peter Pan, un cuerpo de 65 con una mente de 25. Ponerme a jugar me divierte”, dice. Aunque López tiene canales en YouTube, TikTok e Instagram que funcionan bien, no los gestiona él directamente.

“He logrado llegar a cuatro generaciones distintas. En los ochenta, con García en la radio, me conocieron personas que ahora son abuelos, luego a padres en los noventa, a hijos en los 2000 y ahora a los nietos. He enlazado cuatro generaciones. Soy como los Rolling Stones, he logrado comunicarme con gente de los ochenta y gente de hoy”, dice. Un motivo por el que ha sido tan bien recibido por jóvenes como Ibai es precisamente que los padres y abuelos de los jóvenes recuerdan a Siro de otras épocas.

La actividad sobre todo de Ibai ha generado a menudo polémicas con periodistas deportivos. Ibai ha entrevistado a Messi, Piqué o Agüero y algunos periodistas se han quejado públicamente. “Pero es que Sergio Ramos también ha ido a El hormiguero”, dice López. “Soy periodista y comunicador, como José María García. Ibai es comunicador. Distingo porque no hay que desmerecer lo que hace Ibai. No todos los buenos periodistas son buenos comunicadores ni los comunicadores tienen por qué ser periodistas. José María García fue el gran comunicador del siglo XX. Ibai, de este”, añade.

“La suerte de que existe Twitch y Youtube es haber podido descubrir a gente como ellos”, dice López en referencia a los streamers más famosos. “Son tíos que sin estas plataformas quizá hubieran sido conocidos, pero habría sido difícil. Igual Ibai se hubiera dedicado a otra cosa. Quizá hubiera acabado narrando partidos del Athletic desde Bilbao”, explica.

Su hijo Xavi le repetía desde el confinamiento que entrara en Twitch. El primer paso fue una cuenta de TikTok donde Xavi grababa a su padre en el confinamiento mientras planchaba, dormía o pintaba y lo combinaba con unos audios típicos de documental de animales La 2 donde se describía la vida del presunto gorila Makumba.

Antes de entrar en Twitch, López y Giménez pensaban de Twitch lo mismo que la inmensa mayoría de señores españoles de más de 60 años: “Yo le respondía a Xavi que la gente en Twitch tiene dos dedos de cerebro como él y algunos no tienen ni una neurona y la media de edad es de 15-30 años. ¿A quién le va a interesar lo que diga un viejo de 65? Estás bobo”, decía. El discurso de Julia Giménez era parecido: “Cuando de pequeño llevaba a Xavi al cole [ahora tiene 21 años] siempre estaba con elRubius y seguía a todos los youtubers. Yo les oía y le preguntaba qué gracia le encontraba al ver a ese chico decir estas tonterías o jugar a un juego”, recuerda. “Ahora lo hago yo y la verdad es que es muy divertido. Tenía razón Xavi”, añade.

López participaba desde hacía unos años en un programa sobre baloncesto llamado Colgados del aro, que se emitía en directo en Youtube. Tenía su público y era un éxito notable. Xavi tenía al menos tres argumentos para convencer a su padre: uno, tenía una base buena de seguidores, gente que le conoce por el Real Madrid y por Colgados. Dos, tenía relación con Ibai y gente del mundillo. Y tres, “es un señor muy divertido y no le importa aprender a jugar, quizá otros streamers periodistas no acaban de entender que no hace falta ser serio todo el rato”, añade.

López tiene una posición privilegiada para observar este nuevo fenómeno. Lleva 43 años en primera línea del periodismo deportivo. Empezó con José María García, ha sido jefe de prensa del Deportivo de la Coruña y de Deportes en Telemadrid, ha colaborado en montones de programas, incluso El Chiringuito. Lo que hace ahora es lo mismo, pero distinto: “No he cambiado mi manera de trabajar. Lo que yo hago en el fondo es tele y radio desde casa, aunque con otro tono”, dice, y añade quizá la mayor distinción de redes como Twitch respecto a medios tradicionales: “El mayor talento que tengo es la naturalidad”.

En Twitch la interacción con el chat donde la audiencia opina y pregunta es incesante. Es la gran característica de la plataforma: la comunidad está muy presente. Los streamers que empiezan acaban conociendo los apodos de sus usuarios más activos, que se suscriben y pagan para apoyar el canal. La audiencia es también más joven. “Hace poco hice una encuesta para saber la edad, éramos unos 2.000: el 62% estaba entre 15-30 años”, dice López que, aunque no da cifras porque a Twitch no le gusta, ya podría vivir de la plataforma (por publicidad y suscripciones) y de sus propios patrocinadores.

No está siempre claro qué quiere la audiencia. López al principio contaba anécdotas y hablaba de deporte. Enseñó por ejemplo su colección de 50 camisetas de equipos de fútbol. Pero en seguida notó que necesitaba algo más. “Es una plataforma de entretenimiento. Primero descubrí el juego Geoguessr, donde debes adivinar en qué país estás”, explica. López ha estado conectado una media de 4,5 horas diarias en enero. Ha probado juegos de Fórmula 1, de conducir camiones o los juegos colectivos Fall Guys o Among Us.

La plataforma evoluciona hacia una mayor variedad de audiencias. López calculó que la final de El juego del calamar fue el segundo programa más visto ese día en España. Durante la final entre los dos últimos competidores, uno de ellos, Elxokas, tenía a 1,2 millones de personas mirando en directo (en todo el mundo, no solo España). “Hubo un pico de 2,3 millones cuentas”, dice López, sumando las distintas cuentas que transmitían el juego. “Esto no es una burbuja, ha llegado para quedarse. La gente joven se está centrando en Twitch y Youtube y a las grandes empresas periodísticas les aconsejaría que empezaran a preocuparse para llegar a esa gente”, dice. El periodismo deportivo es el primero que está llegando. Además de periodistas independientes como Gerard Romero o Rubén Martín que se están haciendo un hueco, El Chiringuito o Deportes Cuatro tienen emisiones.

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