Jesús Carrillo, director de Economía del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), aseguró que la situación financiera de Petróleos Mexicanos (Pemex) es “muy delicada”, luego de darse a conocer las pérdidas que sufrió en el tercer trimestre del año, solo superadas por las generadas por la pandemia de Covid-19.
Durante una entrevista con Aristegui en Vivo, el especialista señaló que las pérdidas registradas por Pemex en el tercer trimestre del año, de 161 mil millones de pesos, representan tres veces el presupuesto del Poder Judicial.
Y que las pérdidas registradas en los primeros nueve meses del año fueron de 43 mil millones de pesos, equivalentes a poco menos del presupuesto para las pensiones de adultos mayores en 2024 y aproximadamente a lo que costó la construcción de la refinería Olmeca, conocida también como Dos Bocas.
Apuntó que la paraestatal tiene una deuda de 97 mil millones de dólares que en 2019 estaba en 99 mil millones.
“Y los apoyos que se dieron durante el sexenio anterior, más o menos equivalen a lo que se hubiera necesitado para liquidar por completo esa deuda”, enfatizó, por lo que consideró que en la situación actual, Pemex dispone de menos petróleo crudo, produce más combustóleo y tiene pérdidas brutas en materia de refinación.
“Tanto dinero, básicamente para nada”, señaló Carrillo.
En ese sentido, recordó que el plan del gobierno de López Obrador era que Pemex produjera más de dos millones de barriles diarios y que actualmente produce 1.5 millones de barriles.
Si bien consideró que el tipo de cambio es un factor que explica casi la mitad de las pérdidas, en materia de refinación la empresa perdió 230 mil millones de pesos; aclaró que ello se debe a que la petrolera está refinando más y, por lo tanto pierde más dinero, dado que el costo de lo que vende es mayor al precio de venta.
Carrillo señala que la refinación es “mal negocio” para Pemex en estos momentos, porque no se puso atención al mantenimiento y modernización de las refinerías y en su lugar se construyó una -Dos Bocas- con sobrecostos, que sigue sin operar.
“Entonces sí me parece que es muy delicada la situación, y en términos financieros se han abultado los problemas, porque la deuda de corto plazo es casi el triple de lo que era hace seis años, está por los 365 mil millones de pesos, y las deudas a proveedores y contratistas superan los 400 mil millones de pesos. Eso significa que en menos de 1 año, Pemex tiene que liquidar o renegociar casi 800 mil millones de pesos de pasivos”, puntualizó.
Sobre el dinero que el gobierno de López Obrador inyectó a la petrolera, el especialista dijo que dichas aportaciones sirvieron en parte para pagar pasivos y construir la refinería Olmeca, aunque estos recursos no están incluidos en los estados financieros de la compañía.
“Si nosotros sumamos toda la condonación de derechos e impuestos que tuvo Pemex en el sexenio anterior, esa cifra básicamente alcanza los dos billones de pesos, entonces por eso decía que con ese dinero básicamente se podría haber liquidado la deuda”, consideró.
Por lo tanto, la estrategia de rescate a Pemex no fue tal, porque la empresa no está mejor que hace seis años, pese al apoyo económico del gobierno federal, que “no tiene precedentes”.
Para el especialista, la empresa lleva arrastrando problemas desde hace varios años, como la caída en su producción, la situación de alrededor de 200 campos viejos que no producen entre todos ni el 10% del crudo de la empresa.
Carrillo llamó a establecer alianzas con el sector privado, que hasta el momento no se han realizado, ni se aprovecharon tras la reforma energética del 2013, que las posibilitaba.
“Por un lado, el negocio que más le da dinero está cayéndose, y el negocio que más le quita dinero está creciendo, porque se refina más más crudo en general; ya estamos por encima de los 960 mil barriles diarios, pues hace unos años estaba por los 600 o 700 mil barriles diarios. Entonces, sí ha crecido mucho la refinación, pero con unas plantas que no están en buenas condiciones”, planteó.
Considera que en los últimos 20 años se le ha exigido demasiado a la empresa, tanto en términos operativos como en términos fiscales, y no se le ha dado una administración que la pueda manejar.
Entre las tareas pendientes, está la realización de una evaluación sobre el cierre de refinerías, así como revisar el portafolio de la deuda, que en la actualidad tiene un peor perfil porque hay mayor deuda de corto plazo y en los próximos tres años se vence la mitad de ésta, por lo que se requiere de una renegociación en un contexto de tasas de interés elevadas, lo que significa que aumentará el costo de los préstamos para refinanciarla.
“Esto presiona más a la empresa, porque su costo financiero va a ser cada vez más grande. De verdad es una situación muy delicada la que padece la empresa. Y estos son los números con los que arranca la administración del doctor Víctor Rodríguez Padilla, que seguramente estará preocupado y sabemos que está buscando las soluciones para la empresa”, dijo.
Sobre la reforma constitucional en materia energética, que firmó esta mañana la presidenta Claudia Sheinbaum, señaló que la legislación secundaria deberá concretar las definiciones de lo que establece la Carta Magna, como el hecho de que Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) no deban funcionar con fines de lucro.
“Porque el lucro no necesariamente es que una empresa no tenga utilidades operativas; creo que tiene que tener para poder asegurar que reinvierta, que mejore su productividad, que sea más eficiente y todas estas cosas a las que se ha comprometido la presidenta Sheinbaum”, afirmó.
“Hay que esperar a las leyes secundarias, y ojalá que el Congreso de la Unión tenga en cuenta que tanto Pemex como la CFE necesitan de utilidades para poder mejorar su propia situación”, pues el sector energético es “la sangre del sistema económico” del país.
Ve la entrevista completa:
Source link