Profesor de Virología apunta que los cubrebocas sí sirven, pues son una barrera para las gotas de saliva de quien lo porta.
Se reproduce, con su autorización, el correo electrónico enviado por el profesor de Virología, José Ramos:
Distinguida Carmen Aristegui,
Como me es costumbre escuché la transmisión de su programa hoy (martes 3 de noviembre). El tema que me llamo la atención fue el del anuncio de la campaña del uso de cubrebocas; de hecho ese tema lo abordó también en la entrevista que le hizo a la Dra Rosa Maria del Angel en un programa previo.
En ambas entrevistas usted hizo una pregunta que las entrevistadas respondieron, en mi, opinión de manera adecuada, pero superficial y haciendo énfasis en otros elementos de la prevención del contagio como la ventilación de los lugares donde se concentran personas.
Por este medio quisiera contribuir a responder las preguntas que usted planteo con un poco de mas detalle.
1. El presidente López Obrador mencionó en la conferencia de prensa referida en su programa que el no usaba el cubrebocas porque el doctor le había dicho que no evitaba el contagio. El mismo subsecretario de promoción y prevención de la salud, Dr López-Gatell ha insistido en ello. Entonces, los cubrebocas sirven?
Respuesta (R). La respuesta es contundente, sí, si sirven. Para dar un ejemplo elocuente de lo anterior hay un reporte del CDC de EE UU en el que se documenta el caso de un par de peluqueros que siendo positivos a SARS-CoV-2, atendieron a varias personas. Los peluqueros usaron cubrebocas y los clientes también. Ninguno de los clientes resulto positivo a SARS-CoV-2 cuando se realizaron los estudios de contacto (https://www.cdc.gov/mmwr/volumes/69/wr/mm6928e2.htm). Hay mucha mas evidencia científica que apoya la conclusión: los cubrebocas sirven.
¿Por qué el doctor le dijo al presidente que no servían? Desde luego quien debe saberlo mejor es el doctor que le dijo al presidente, pero hay un hecho que podría explicar lo anterior. La especificación técnica del cubrebocas quirúrgico (el desechable, con tres capas doblado) establece que no impide el paso de partículas del tamaño de un virus, aunque es una barrera para las gotas de saliva de quien lo porta. Así pues, en estricto sentido, el presidente tiene razón, es útil para quien esta enfermo y no es útil para evitar el contagio. El cubrebocas N95 o el KN95 tiene un especificación de mayor rigor en cuanto a la penetración de partículas y por las características del material con el que esta hecho, tiene una retención de partículas incrementada con respecto al cubrebocas quirúrgico. Vale la pena mencionar que no es porque pueda atrapar partículas del tamaño de un virus, no lo hace, si no porque el material con el que esta hecho atrapa las partículas virales con eficiencia. El cubrebocas quirúrgico si bien tiene tres capas de distintos materiales, para efectos prácticos es equivalente a cualquier cubrebocas elaborado con materiales orgánicos como el algodón.
Entonces, he dicho que si sirven y a la ves he dicho que la especificación técnica nos dice que no sirven (o solo sirven los de tipo N95, KN95).
La solución a esta aparente contradicción es la naturaleza de la transmisión de este virus. Los cubrebocas son medios filtrantes y como cualquier filtro, la capacidad de retención en cualquiera de los dos sentidos depende de lo “cerrado” que sea el medio filtrante, pero también de la naturaleza de la materia que fluye a través del filtro. Con respecto a esto ultimo, si bien, las pruebas de aislamiento que llevaron a generar la especificación técnica solo consideran lo “cerrado” de la malla y como resultado, el tamaño de lo que puede pasar a través de ella, lo que no se considera es la manera en que viajan las partículas virales y la dosis necesaria para infectarse. En otras palabras, las partículas de SARS-CoV-2 pueden atravesar la malla de un cubrebocas de algodón, pero las partículas de ese virus van asociadas mas frecuentemente con partículas de saliva que son muchas mas grandes y que son retenidas eficientemente, asi que lo que sale del cubrebocas son partículas de tamaño medio y partículas virales, cuando estas partículas enfrentan otra malla de un cubrebocas, el numero de partículas infecciosas que finalmente llega a una persona es tan baja, que la posibilidad de infectarse es muy poca o improbable. Existe una animación producida por el New York Times que muestra el proceso con detalle https://www.nytimes.com/interactive/2020/10/30/science/wear-mask-covid-particles-ul.html). El corolario a la conclusión es: el cubrebocas sirve, si dos personas lo usan, o extendiendo a la población, todos lo usamos.
En mi opinión, hay una confusión en la sugerencia del doctor al presidente, ya que solo considera el rigor de la especificación del cubrebocas, pero descarta la naturaleza del virus y desconoce el modo de transmisión especifico de este virus.
2. Carmen, usted preguntó sobre los materiales con que están hechos los cubrebocas.
R. No estoy muy seguro si alguien ya realizó un estudio sobre el impacto económico y ecológico de usar cubrebocas quirúrgicos (que son desechables), pero honestamente no creo que sea necesario porque la mayoría de las personas no podrían comprar un abasto de ese tipo de cubrebocas para lo que reste de la epidemia, eso si hubiera disponibilidad en una situación de solo usar ese tipo de cubreboca.
Por lo expuesto arriba, en mi opinión, no es necesario usar los cubrebocas quirúrgicos, como tampoco lo es producir cubrebocas con tres capas de diferente material; en mi opinión, funciona igual un cubrebocas de algodón, mientras sea usado de manera correcta. Creo que lo que hay que reforzar es la idea del uso del cubrebocas, mas que de las características ideales del mismo. En otras palabras, no importa el material, lo que importa es que se use.
3. Finalmente, usted preguntó algo sobre el mantenimiento del cubrebocas, cada cuándo se cambia y si se puede usar varias veces.
R. Los cubrebocas quirúrgicos (desechables) son los menos indicados para un uso cotidiano; se saturan de humedad muy rápido y no se deben reutilizar. Los N95, KN95 en principio podrían reutilizarse algunas veces, pero los procesos para lavarlos y sanitizarlos son agresivos y tienden a deteriorar el material de tal manera que pierden su eficiencia; personalmente no los recomiendo para uso cotidiano. Entonces, los mejores para uso cotidiano son los elaborados con materiales orgánicos como el algodón que retienen menos humedad y pueden ser lavados y sanitizados con facilidad.
Si tiene alguna pregunta sobre lo anterior, me mantengo al pendiente.
Saludos
Dr José Ramos Castañeda
Investigador/Profesor de Virología
Investigador Nacional II (2013-2021)
Centro de Investigación sobre Enfermedades Infecciosas
Instituto Nacional de Salud Publica
Miembro del Centro de Enfermedades Tropicales
Universidad de Texas- División Médica