A pesar de que las polillas no representan ningún peligro en lo que a la salud de las personas se refiere, sí pueden causar graves destrozos, por ejemplo, en la ropa que tenemos guardada en un armario. Por suerte, existe un remedio casero tan sencillo como efectivo para mantener las polillas alejadas de los armarios. Para ponerlo en práctica, solo necesitamos un ingrediente que seguro tenemos en la cocina: el laurel.
Se trata de una planta con múltiples propiedades. Su uso está muy extendido en la gastronomía para adobar alimentos y condimentar cocidos, pero va muchísimo más allá. Tiene multitud de beneficios para la salud y, además, se puede utilizar para dormir mejor, fregar el suelo o, como es el caso, mantener las polillas alejadas de los armarios.
Es tan simple como preparar varios saquitos de gasa con hojas secas de laurel y ponerlos en el armario. Además de proteger la ropa de la polillas, esta planta aporta un olor mucho más agradable que el de la tradicional naftalina.
¿Cómo eliminar las polillas?
Algo muy importante a tener en cuenta es que eligen las prendas de ropa que se han guardado sin lavar, sobre todo si es para un largo periodo de tiempo.
Por esta razón, cuando hacemos el cambio de armario y guardamos la ropa para la próxima temporada, debemos asegurarnos de que esté lavada, limpia y seca. Es conveniente plancharla para eliminar cualquier posible larva presente en la misma. Además de estar limpia, la ropa tiene que estar seca ya que la humedad es el lugar perfecto para las polillas.
Las polillas dejan la larvas en zonas de la casa donde se acumula polvo, así que debemos asegurarnos de aspirar con frecuencia las cortinas y las alfombras para evitar su proliferación.
Otro aspecto a tener en cuenta, sobre todo en lo meses de verano, es guardar los alimentos en envases cerrados herméticamente y nunca dejarlos a temperatura ambiente.
Y, por último, además del truco del laurel, existe otro método muy efectivo para acabar con las polillas de una vez por todas. Consiste en introducir clavos de olor en los bolsillos de las chaquetas y abrigos que no vayamos a utilizar durante mucho tiempo.
También podemos cortar la piel de un limón o una naranja en trozos y dejar que se seque completamente. Una vez seca, la ponemos en bolsitas de gasa por los armarios y cajones de la casa.
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