La pandemia del coronavirus está teniendo un impacto extraordinario en todo el mundo. Hasta la fecha se han registrado más de 70 millones de casos en todo el mundo, y 1,7 millones de personas han fallecido. Según el comité de científicos atómicos de la Universidad de Chicago, la crisis sanitaria ha revelado lo poco preparados que están los países para combatir una emergencia global. Esto ha hecho que coloquen las manecillas del reloj del fin del mundo a las 23:58:20, a apenas 100 segundos del apocalipsis.
Sí, aunque muchas personas no lo saben, desde el año 1947 existe un reloj del fin del mundo. Fue entonces cuando un equipo de científicos atómicos de la Universidad de Chicago publicó un boletín en el que reflejaban, de forma simbólica, cuántos minutos faltaban para el final de la vida en el planeta Tierra, en caso de que la vida se midiera como un día de 24 horas.
Desde hace más de medio siglo, el equipo de científicos, entre los que hay 15 premios Nobel, tomando como base las amenazas y oportunidades de la sociedad, adelantan o retrasan las manecillas. Ahora mismo el mundo se encuentra en una situación crítica, no sólo por la pandemia del Covid-19, sino también por otras muchas amenazas globales.
Armas nucleares
El asalto al Capitolio de Estados Unidos que tuvo lugar el 6 de enero de 2021 ha provocado el aumento de la preocupación acerca del uso de las armas nucleares en las últimas semanas. Los científicos expresan su inquietud por el hecho de que haya países que están en posesión de armas nucleares y que ignoran por completo todas las herramientas de seguridad para gestionar los riesgos.
Desinformación
La desinformación es otra de las amenazas globales, y que ha hecho que los científicos pongan las manecillas del reloj del fin del mundo a 100 segundos del apocalipsis. Desde que estalló la pandemia del Covid-19, han sido muchos los que han negado la existencia de la enfermedad, viralizando información engañosa y falsa. También ha habido quienes han promocionado curas falsas.
Cambio climático
A todo ello hay que sumar que hasta el momento ningún país ha hecho todo lo posible para frenar el cambio climático. Los confinamientos por la pandemia del coronavirus que tuvieron lugar entre los meses de marzo y mayo de 2020 redujeron en gran medida las emisiones de CO2 a la atmósfera, pero el futuro se presenta desalentador.
Los científicos creen que debería disminuir de forma drástica el uso de combustibles fósiles para 2030 si queremos evitar los efectos más pesimistas del cambio climático. Sin embargo, las previsiones no son nada favorables. Todo apunta a que tanto la producción como el desarrollo de combustibles fósiles se incrementará en la próxima década.
Tal y como ha alertado la NASA a principios de 2021, 2020 fue el año más caluroso de la historia. Se alcanzaron temperaturas récord en lugares como Siberia y la Antártida.
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