Stella Assange, esposa del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, declaró este miércoles a las puertas del tribunal que decide sobre su extradición a Estados Unidos, que le resulta “inimaginable” que el Reino Unido pueda extraditarlo “al país que planeó su asesinato”.
“Es inimaginable que este país ponga a Julian en manos del país y de la gente que planeó su asesinato. Es un preso político y debe ser liberado”, dijo la activista rodeada por decenas de manifestantes ante el Tribunal Superior de Justicia de Londres.
Stella Assange dijo que el antiguo pirata informático se encuentra “demasiado mal”, por lo que no pudo asistir este miércoles, como tampoco pudo hacerlo ayer, martes.
Consideró el proceso judicial como “una farsa que debe acabarse” para que Assange pueda salir de prisión después de cinco años entre rejas, pendiente de su eventual extradición a Estados Unidos.
Al término de la jornada de este miércoles, los jueces Victoria Sharp y Adam Johnson decidirán si emiten un dictamen de inmediato o lo posponen a otra fecha.
La defensa del australiano, de 52 años, pide a los magistrados que le permitan apelar partes de este caso que no abordaron en otro proceso en 2021, así como la orden de extradición firmada en abril de 2022 por la entonces ministra del Interior, Priti Patel.
Si acceden a la petición de Assange, se iniciará un nuevo juicio de apelación en Inglaterra, que podría prolongarse en el tiempo.
Si se la deniegan, se activará el proceso de deportación a Estados Unidos, que le requiere por 18 delitos de espionaje e intrusión informática por las revelaciones de su portal, penados con hasta 175 años de cárcel.
¿Qué hizo Julian Assange?
Julian Assange puso en marcha WikiLeaks en 2006, creando un sitio web de “entrega de cartas falsas” para posibles filtradores.
El sitio web saltó a la fama en abril de 2010, cuando publicó un video clasificado que mostraba un ataque con helicóptero estadounidense en 2007 en el que murieron una docena de personas en la capital iraquí, Bagdad, entre ellas dos periodistas de Reuters.
También divulgó más de 90 mil documentos militares clasificados de Estados Unidos sobre la guerra de Afganistán y unos 400 mil archivos secretos estadounidenses sobre la guerra de Irak.
A ello siguió la publicación de 250 mil cables diplomáticos secretos de embajadas estadounidenses de todo el mundo, parte de cuya información fue publicada por periódicos como The New York Times y The Guardian.
(Con información de EFE)
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