El remake de West Side Story es el ejemplo perfecto de cómo el fracaso económico en la taquilla a veces, poco o nada tienen que ver con la calidad de la producción. Posicionada como una de las Mejores Películas del año y avalada por la Academia con 7 nominaciones en los Oscar 2022, el trágico musical de Spielberg ha mejorado la versión original de 1961, según la mayor parte de la crítica internacional. Rodar un largometraje musical siempre fue el sueño de Steven Spielberg y este, parece haberse “sacado una espinita” al llevarla a cabo. Desgraciadamente para los amantes del género, El Rey Midas de Hollywood tiene claro que no quiere dirigir otra historia cantada en su carrera.
“El peor día de rodaje de West Side Story fue el último, porque sabía que no dirigiría otro musical”. Así de sentenciador revelaba sus intenciones el cineasta en el desayuno con la prensa previo a la Gala del Sindicato de Productores, donde CODA se alzó con el Premio a la Mejor Película, posicionándose de esta forma como la favorita de cara a los Oscar 2022. Parece que la edad y la apretada agenda fílmica que maneja Steven Spielberg, son motivos suficientes para abandonar un género que exige una preparación, quizás más extensa que cualquier otro tipo de película. Una excusa que no evitará que sí que supervise y produzca una versión musical de su largometraje El color púrpura.
En la misma reunión, confirmó haber firmado la paz con Netflix, plataforma que criticó en el pasado por sus procesos de producción. En el servicio de streaming de Ted Sarandos, Spielberg parece haber encontrado un haz de luz; la posibilidad de que una historia triunfe sin tener actores reconocidos. Un hándicap que seguramente haya pesado demasiado en la taquilla de su remake.
Spielberg, a por la cinta autobiográfica
En el ajetreado futuro fílmico del director, la obra que más destaca es Los Fabelman. Un largometraje autobiográfico en el que intérpretes de la talla de Paul Dano y Michelle Williams serán sus padres. Lo de contar la propia vida por parte de los cineastas es algo que se está poniendo de moda en Hollywood. Roma, de Alfonso Cuarón marcó el pistoletazo de salida que este año han seguido tanto Fue la mano de Dios de Paolo Sorrentino como Belfast, el reciente éxito de Kenneth Branagh.
Independientemente su abandono del musical, los cinéfilos pueden estar tranquilos con Steven Spielberg, porque parece que tiene cuerda para seguir dirigiendo películas durante muchos años.
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