La representante de México ante la OEA reiteró que lo que ésta necesita es un “un secretario general que entienda que su papel debe ser imparcial y objetivo”.
Con 23 votos a favor y 10 en contra, Luis Almagro fue reelegido para ser secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA). El candidato uruguayo venció en los comicios a la candidata ecuatoriana María Fernanda Espinosa.
México fue uno de los países miembros que dio su voto a Espinosa. Al darse a conocer la reelección del uruguayo, la embajadora de México ante la OEA, Luz Elena Baños Rivas expresó el rechazo de la nación a la dirección de Almagro al frente de la OEA durante los próximos cinco años.
“Su elección es una patética expresión de lo que cualquier MOE (Misión de Observación Electoral) observaría como malas prácticas. Expresa la profundización de las diferencias y de las fracturas en el hemisferio”, dijo la embajadora.
La representante de México destacó que su voto había ido a María Fernanda Espinosa ante la necesidad de avanzar en el camino de la igualdad sustantiva de género, elemento “ausente en la organización”. Reiteró que México reforzará esfuerzos para que la OEA enriquezca el espíritu con el que fue creada.
La profunda brecha entre México y el excanciller de Uruguay se potencializó a a partir se su postura respecto a temas de Venezuela y Bolivia. Si algo le han criticado a Almagro son sus críticos posicionamientos contra Nicolás Maduro y Evo Morales.
“Los pueblos de las Américas hoy más que nunca de una OEA que vele por la igualdad jurídica de los estados, que respete la no intervención en los asuntos internos, que se rija por el respeto irrestricto al derecho internacional”, señaló Baños Rivas.
Además expresó que lo que la OEA necesita es un “un secretario general que entienda que su papel debe ser imparcial, objetivo y facilitar en todo el momento el diálogo efectivo entre la membresía y la búsqueda de soluciones pacíficas”.
La diplomática señaló a Almagro de comportarse como “otro estado miembro” y no como un facilitador.
“Muy lamentable su reelección. Hoy la OEA no celebra nada, excepto el triunfo de las malas prácticas democráticas y de la confrontación entre los estados”, reiteró.
