Al menos 40 gazatíes, incluidos 14 niños, murieron en un ataque israelí, según fuentes médicas, en una escuela de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) que albergaba decenas de desplazados en Nuseirat, centro de la Franja de Gaza.
“El Ejército de ocupación israelí ha matado a 40 desplazados en una masacre en Nuseirat, incluidos catorce niños y nueve mujeres, y ha herido a otros 74, incluidos 23 niños y 18 mujeres”, ha dicho la oficina de prensa de las autoridades gazatíes, que han acusado a Israel de “bombardear a decenas de desplazados que estaban en la escuela”.
Jalil al Dakran, portavoz del Hospital Mártires de Al Aqsa, situado en la ciudad de Deir al Balá, aseguró que la intensificación de los bombardeos y el inicio de una nueva operación terrestre israelí en la zona desde el martes ha derivado en que al hospital hayan llegado en las últimas 24 horas más de 140 muertos y 380 heridos, según ha recogido el diario palestino Filastin, vinculado a Hamás.
El Ejército israelí confirmó el ataque e indicó que la escuela tenía integrado un complejo del grupo islamista Hamás y que en ella se escondían “terroristas que participaron en el ataque asesino contra comunidades del sur de Israel el 7 de octubre, que fueron eliminados”.
El Gobierno gazatí, controlado por Hamás, aseguró, sin embargo, que muchas de las víctimas eran civiles refugiados en la escuela y calificó el ataque de “horrible masacre”, aunque Israel sostiene que se “tomaron medidas para reducir el riesgo de dañar a civiles no involucrados”.
“Aviones de combate, dirigidos por la inteligencia, llevaron a cabo un ataque preciso contra un complejo de Hamás incrustado en una escuela de la UNRWA en Nuseirat”, señaló un comunicado castrense.
La agencia oficial palestina Wafa indicó que la aviación israelí atacó con un misil los pisos superiores de la escuela a las 2:15 hora local mientras la gente dormía.
El Ejército aseguró que en el recinto operaban efectivos tanto de Hamás como de la Yihad Islámica y pertenecía a las fuerzas Nukhba, la unidad de élite de Hamás, cuyos agentes participaron en el ataque en Israel del 7 de octubre, que dejó unos 1,200 muertos y 250 secuestrados.
“Los terroristas dirigieron operaciones terroristas en el área de la escuela mientras la explotaban y la utilizaban como refugio. Varios terroristas que planeaban ataques y promovían actividades terroristas contra las tropas en el período inmediato fueron eliminados en el ataque”, agregó.
El ataque provocó además decenas de heridos, según el Gobierno gazatí, que fueron desplazados al hospital Mártires de Al Aqsa, en Deir al Balah, que se encuentra ya al borde del colapso tras la rotura de uno de sus generadores y tiene el triple de pacientes de los que puede atender. Es el único hospital operativo en el centro de la Franja para ocuparse de un millón de personas.
Este mismo hospital recibió ayer a los 75 muertos y decenas de heridos de la operación militar israelí en el campo de refugiados de Bureij y en parte de Deir al Balah, en el centro del enclave. Según un portavoz del hospital, en las últimas 24 horas han llegado unos 140 muertos y 380 heridos.
Wafa también informó de otros ataques en el centro de la Franja, que causaron seis muertos en uno contra una casa en el campo de refugiados en Nuseirat, además de bombardeos aéreos y de artillería en el campo de Bureij -que ayer ya sufrió una violenta ofensiva- y el de Maghazi.
La agencia también reporta ataques de artillería contra barrios del sur de la ciudad de Gaza y en el noreste de Jan Yunis, así como bombardeos con “intenso fuego” en Rafah, en el extremo meridional del enclave.
En Rafah, el Ejército confirmó haber matado a tres supuestos combatientes que trataban de saltar la valla de separación de la Franja de Gaza para atacar a soldados que operan en la zona.
“Un avión que vigilaba la célula terrorista atacó a los terroristas y eliminó a dos de ellos. Otro terrorista fue eliminado por medio de fuego de tanques poco después”, indicó.
El campamento de Nuseirat, creado en 1970, acogía antes del estallido del conflicto a unos 80,200 refugiados, según datos de la UNRWA, y acoge 15 edificios escolares, un centro de distribución de alimentos, dos centros de salud, dos oficinas de servicios sociales y una oficina de mantenimiento y saneamiento.
El campamento, al igual que los de Bureij y Maghazi, está en el centro de la Franja de Gaza -en la provincia de Deir al Balá-. Tanto la ciudad de Deir al Balá como el campamento de Bureij son objetivo desde el martes de una nueva operación militar de Israel con el objetivo declarado de destruir “infraestructura terrorista” de Hamás.
Ocho meses de guerra han causado más de 36,580 muertos y 83,000 heridos, además de unos 10,000 desaparecidos bajo los escombros, según el Ministerio.
(Con información de EFE y Europa Press)
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