Suecia y Finlandia dieron este martes un paso más en su ingreso en la OTAN con la firma de su protocolo de adhesión, con el que ya son miembros ‘de facto’ de la alianza militar a falta de la ratificación formal.
Los 30 aliados a nivel de embajadores firmaron el documento con el que respaldan la adhesión de Estocolmo y Helsinki a la organización militar, ingreso que avaló la cumbre de líderes de Madrid del pasado 29 y 30 de junio en el se culminaron las negociaciones con Turquía para levantar su veto a cambio de un mayor compromiso de los países escandinavos en la lucha contra el grupo terrorista Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
El acuerdo fue facilitado por el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y puso fin a un mes de bloqueo por parte de Ankara, allanando el camino a la organización a dos nuevos miembros.
Este paso llega una vez Suecia y Finlandia finalizaron en un día sus negociaciones de adhesión a la organización. El proceso se realizó en tiempo récord dada la cercanía política y militar de ambos candidatos.
Los dos países nórdicos solicitaron conjuntamente su entrada en la OTAN el pasado 18 de mayo, un ingreso que la Alianza Atlántica apostaba porque fuera ‘exprés’ y estuviera listo para la cumbre de Madrid, sin embargo las reticencias turcas por la supuesta connivencia de suecos y finlandeses con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y las Unidades de Protección Popular (YPG) frustraron una tramitación inmediata.
Una vez firmado el acuerdo, las autoridades turcas han insistido en que Suecia y Finlandia deben comprometerse con el documento, amenazando con volver a bloquear su adhesión en la fase de ratificación.
Precisamente esta es la etapa más larga, puesto que ahora se inicia un procedimiento burocrático con los protocolos de adhesión en cada país de la OTAN. Esto se demorará meses, ya que cada aliado tiene un sistema de validación diferente y en muchos casos implica una votación en el Parlamento.
Así las cosas, el ingreso formal de Suecia y Finlandia no llegará seguramente hasta finales de 2022 o principios de 2023, algo que inquieta ambos candidatos que quieren contar con garantías de seguridad para este periodo ante las amenazas de Rusia.
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