La cadena de restaurantes Sushita se ha convertido en uno de los principales exponentes de la cocina japonesa en Madrid. Sandra Segimón y Natacha Apolinaro han creado un verdadero punto de encuentro para los amantes de la gastronomía nipona con un concepto de restaurante en el que priman la diversidad, unas llamativas preparaciones y una relación calidad-precio que hacen prácticamente una aventura conseguir mesa en alguno de los cinco restaurantes con los que cuentan en la capital.
Madrid se ha convertido en El Dorado de la gastronomía japonesa. Los más afamados chefs quieren tener en la capital una barra o un local donde ofrecer no sólo las tradicionales preparaciones de la comida nipona, sino los platos más vanguardistas. Si para los puristas Janatomo o Miyama han sido siempre una referencia, los amantes de los makis, el sashimi y los tatakis han encontrado en Sushita una experiencia única, donde los sabores responden a los más clásicos cánones de la comida del país del sol naciente pero también donde experimentar la fusión con la comida francesa, marroquí y española. Monsieur Sushita, una de las últimas apuestas de Segimón y Apolinaro, es una clara muestra de ello.
El mayor exponente de lo que Sushita representa en la amplia oferta gastronómica de Madrid lo encontramos en su local Le Club, situado en la calle de Alcalá, número 63. Con una decoración setentera, donde destacan enormes estanterías repletas de libros, coloridas moquetas y sillas de diseño vanguardista, Sushita Le Club ofrece una variada carta que no deja indiferente.
Algunos de los platos destacados de Sushita son el Tataki de Atún al carbón, que destaca por su espectacular presentación, viene en una urna que cuando es destapada por el camarero deja salir el humo con un potente olor a leña que ha impregnado finamente a las tiras de atún. El acompañamiento de este clásico de la cocina japonesa son unos cogollos de kale crujientes. Una delicia.
El amante de lo japonés no puede perderse tampoco el maki roll torre de gambones, acompañados con una salsa de chile dulce que le da un toque picante, lo justo para que el sabor a mar no quede dilapidado por un exceso de ‘alegría’. O la amplia variedad de nigiris, los clásicos, los de pez mantequilla tampoco son una mala opción. Para aquellos acostumbrados a la soja y el wasabi, comprobarán que estos add-ons son totalmente prescindibles ante la irresistible propuesta de sabores de Sushita.
Una de las grandes ventajas que ofrece Sushita, algo que denota la creatividad de sus fundadoras y el deseo de convertir sus restaurantes en templos gastronómicos, es que los clientes pueden visitar cada uno de sus locales y encontrar propuestas novedosas, totalmente distintas entre uno y otro, algo que permite acercarse a Sushita cada vez como si fuera la primera.
Croquetas de atún rojo, nigiri de mojito, falso nigiri con salmorejo –atentos a la base–, bravas de Yuca, bowl de solomillo… son sólo algunos de los espectaculares ejemplos de fusión que pone en práctica Sushita de una manera magistral.
Este despliegue de sabores y texturas han convertido a Sushita en un referente, no sólo por lo que ofrece en sala ya que puedes disfrutar de todos estos deliciosos platos en casa gracias a su servicio de delivery.
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