“Ahora que el T-MEC está firmado, tendremos que enfrentar las secuelas, ya no hay marcha atrás”, comentó el doctor Jorge Sánchez Cordero.
Gustavo Alanís, director del Centro Mexicano Derecho Ambiental (CEMDA), explicó que en cuestiones de protección ambiental, el T-MEC –promulgado el miércoles por el presidente de EU, Donald Trump-, es bastante favorable, sobre todo por el hecho de que exista un nuevo capítulo en la materia.
En entrevista para Aristegui en vivo, expuso que “con este nuevo acuerdo, por supuesto que hay cosas novedosas, comenzando por el nuevo capitulo que es el 24“, que estipula que “ninguno de los tres países puede dejar de hacer cumplir su legislación ambiental a través de una pauta persistente en la aplicación efectiva de la legislación ambiental”.
En esta nueva versión, explicó Alanís, el acuerdo señala que habrá procedimientos de impacto ambiental adecuados; además, se reconoce la importancia de los acuerdos multilaterales, se busca la protección de la capa de ozono del medio marino y evitar la contaminación de los barcos.
“Se reconoce la importancia de la conservación de la biodiversidad y los ecosistemas, y se hace un énfasis muy especial en la conservación de especies marinas como la tortuga y tiburones. Se busca eliminar la pesca ilegal y buscan una convivencia sana entre la parte forestal y comercial“, detalló.
Ve la entrevista:
TLCAN, desfavorable en materia cultural
En materia cultural, el TMEC “es altamente desfavorable para los intereses nacionales mexicanos“, indicó el doctor Jorge Sánchez Cordero, colaborador de la revista Proceso.
También en entrevista para Aristegui en vivo, dijo que “ahora que el T-MEC está firmado, tendremos que enfrentar las secuelas, ya no hay marcha atrás“.
Sánchez Cordero apuntó que, a partir de la firma del T-MEC, en el caso mexicano, “las artesanías, textiles y productos culturales que provienen de los grupos originarios, no tienen restricción arancelaria sino están sujetos a una negociación de los tres signatarios“.
Agregó que la protección de los pueblos originarios que se establecen en el T-MEC fue una propuesta de Canadá y EU la aceptó.