NUEVA YORK — El increíble resultado de una extraordinaria cirugía y odisea médica fueron el centro de atención el jueves, cuando un cirujano plástico de Nueva York y de origen hispano y su paciente hablaron públicamente por primera vez después de un trasplante de cara que tuvo lugar a principios de este año.
El cirujano plástico de NYU Langone Health, el Dr. Eduardo D. Rodríguez, explicó detalladamente por qué su paciente de 26 años, Cameron Underwood, era el candidato ideal para un trasplante de cara y el viaje quirúrgico que vivió el nativo de Yuba City, California.
“Sentimos que todos los pacientes merecen una segunda oportunidad y Cameron, ciertamente, lo merecía”, dijo Rodríguez.
La odisea medica de Underwood comenzó debido a una herida de bala facial autoinfligida en junio de 2016.
Como resultado de las traumáticas lesiones sufridas y, a pesar de varios intentos de reconstrucción facial convencional, Underwood terminó perdiendo una gran parte de su mandíbula inferior, todos menos un diente, y su nariz. También sufrió grandes daños en la región de la cara superior y en el paladar, lo que afectó gravemente su capacidad para llevar una vida normal.
El 13 de julio de 2017, 13 meses después de su lesión inicial, Underwood fue colocado en la lista de espera para un trasplante de cara. Se requirió que Underwood, quien reside en California, viajara a la ciudad de Nueva York cada mes para evaluaciones, incluyendo exámenes clínicos, psicológicos y sociales.
Sin embargo, antes de que pudiera llevarse a cabo el trasplante, comenzó la búsqueda del donante ideal.
“Es como encontrar una aguja en un pajar”, dijo Rodríguez.
Fue entonces cuando William Fisher, un residente de Manhattan de 23 años, un campeón de ajedrez, escritor y cineasta aspirante, y un estudiante de la Universidad Johns Hopkins, entra en esta historia, inesperadamente convirtiéndose en un héroe.
Fisher, que sus familiares y amigos recuerdan con cariño como extremadamente inteligente, divertido y compasivo, era un donante de órganos registrado, algo que designó en su adolescencia.
Según Rodríguez, “Willy”, como se le conocía cariñosamente, murió inesperadamente.
Todavía profundamente triste por la pérdida de su hijo, Sally reconoció la importancia de la decisión de su hijo de ser un donante de órganos y dio el consentimiento de la familia de donarle su tejido facial y cara a Underwood.
“La muerte de mi hijo fue una tragedia”, dijo Sally. “Estoy agradecido de que, al honrar su decisión, pudiéramos dar vida a otros, y especialmente que Will y el Dr. Rodríguez le hayan dado a Cameron y su familia la oportunidad de recuperar sus sueños”.
La cirugía de Underwood, que se llevó a cabo el 5 de enero, fue un gran desafió que necesitaba un equipo de más de 100 profesionales médicos, incluyendo cirujanos y enfermeros, más de 25 horas en completar.
Este es el tercer trasplante de cara realizado bajo el liderazgo médico de Rodríguez. En agosto de 2015, él y su equipo en la Universidad de Nueva York realizaron lo que se considera el trasplante de cara más extenso que se haya registrado mundialmente.
Sin embargo, el trasplante de cara de Underwood estableció varios hitos médicos importantes, entre los que se incluye el período más corto en EE.UU desde la lesión inicial hasta completar un trasplante; la distancia más larga recorrida para un trasplante de cara, con 2,800 millas; uno de los tiempos de espera más cortos para un donante (seis meses); y el hecho de que el reembolso fue proporcionado por una compañía de seguro de salud.
Además, también hubo mejoras significativas en la atención médica en comparación con un paciente anterior, incluyendo la reducción en el tiempo quirúrgico y la estancia hospitalaria, que se redujo aproximadamente a la mitad.
El trasplante de cara de Underwood también se considera el más avanzado tecnológicamente en la medicina moderna, incluyendo en ser el primer en usar una impresa de 3D para construir una máscara facial del donante, que los médicos proporcionaron a la familia de Fisher.
Casi 11 meses después de la cirugía, el cuerpo de Underwood no ha rechazado el trasplante, convirtiendo la cirugía en todo un éxito.
“Es mucho más abierto, mucho más jovial, mucho más interactivo y sospecho que vamos a ver mucho más de esto. Esto nos da la confirmación de que esta operación y el riesgo que todos asumimos valió la pena”, dijo Rodríguez, compartiendo fotos de Underwood una vez más disfrutando de un estilo de vida activo y deportivo.
Underwood y Sally se reunieron inesperadamente antes del trasplante y, posteriormente, tuvieron una reunión programada meses después de la cirugía.
“Siento que Cameron y su familia han heredado otra familia y también la familia de Willy”, dijo Rodríguez, agregando que “Willy sigue viviendo en Cam. Las familias ahora están vinculadas por este extraordinario regalo”.
Durante la conferencia de prensa del jueves, Underwood dijo que su historia necesitaba ser contada.
“Creo que es importante compartir mi historia. Espero que inspire a otros a tener esperanza y buscar ayuda”, dijo.
Underwood también expresó públicamente su gratitud hacia todas las personas involucradas en su trasplante y recuperación. A través de las lágrimas, agradeció a Sally y su hijo Willy.
“Estoy muy agradecido de tener un trasplante de cara porque me ha dado una segunda oportunidad a la vida”, dijo Underwood, explicando que ya no recibe miradas o preguntas inapropiadas de extraños.
“Gracias por no dejarme vencer”, dijo Underwood a sus seres queridos. “No ha sido fácil, pero ha valido la pena”.
Al resumir la odisea médica de Underwood, Rodríguez dijo: “La vida que había estado en pausa, ahora está de nuevo en juego”.
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