KABUL – Un miembro de las Fuerzas Armadas estadounidenses desplegadas en Afganistán fue asesinado por los talibanes durante una operación en la provincia de Kunduz, en el norte del país, aseguraron este lunes los insurgentes.
La reivindicación de los insurgentes se hizo al mismo tiempo que el ejército estadounidense informara a través de un comunicado que un miembro del contingente de la coalición internacional que combate en la región “fue asesinado hoy en medio de las operaciones en Afganistán”.
La declaración escrita, que no aclaró las circunstancias de estas muertes, recuerda que no desvelará la identidad del fallecido hasta que hayan transcurrido 24 horas para poder informar antes a los familiares.
De acuerdo al portavoz de los talibanes Zabihullah Mujahid, los insurgentes mataron a un oficial de las fuerzas norteamericanas durante una operación conjunta con las fuerzas afganas.
“Un equipo conjunto de invasores estadounidenses y sus asalariados (en referencia a las fuerzas gubernamentales afganas) que intentaron atacar el área de Haji Safarbai del distrito de Chahr Dara, Kunduz, fue atacado con IED (artefactos explosivos), lo que resultó en la muerte de un invasor”, indicó en un mensaje en Twitter.
El portavoz talibán aseguró también que un miembro de las fuerzas afganas resulto herido gravemente.
LAS NEGOCIACIONES CON ESTADOS UNIDOS
La muerte del soldado estadounidense se produce en medio de un receso en las conversaciones entre el equipo político de los talibanes y una delegación de Washington que se llevan a cabo en Doha, capital de Catar.
Los equipos volvieron a la mesa el pasado 7 de diciembre después de una abrupta interrupción de tres meses decidida por el presidente Donald Trump tras un ataque reivindicado por los talibanes en Kabul en el que murió un soldado de ese país.
Trump anunció el reinicio de las conversaciones a principios de diciembre durante una visita sorpresa a Afganistán.
Una semana después de reanudar las conversaciones, las partes anunciaron una “breve pausa”.
El receso coincidió con un ataque a la base aérea de Bagram, la mayor instalación militar de EEUU en Afganistán, perpetrado con un vehículo cargado con explosivos y en el que dos civiles y los siete atacantes murieron y al menos 70 personas más resultaron heridas.
El representante especial de EEUU para los esfuerzos de Paz, Zalmay Khalilzad, expresó su indignación tras el ataque a la base aérea y dijo a los talibanes que deben “demostrar que están dispuestos y son capaces de responder al deseo afgano de paz”, por lo que entrarían en una “breve pausa” para hacer consultas en este aspecto.
Las negociaciones que se llevan a cabo en Doha tienen como punto central la retirada de las tropas estadounidenses y un aumento de las garantías de seguridad por parte de los insurgentes.