La cuenta atrás está llegando a su fin. Tan solo faltan 48 horas para que Tamara Falcó se vista de blanco y se suba al altar junto a Iñigo Onieva. Centenares de invitados esperan con nervios la celebración que formalizará la relación de la marquesa y el empresario y, aunque, en más de una ocasión, la novia se ha encargado de decir que tiene todo bajo control y que los nervios están completamente controlados, lo cierto es que ella misma reconoció en el programa El Hormiguero que a lo mejor cuando se acercará la fecha no sería capaz de controlar esa «agitación». Y así ha sido.
Tal y como ha informado esta mañana la periodista Sandra Aladro en El programa de Ana Rosa, la pareja habría decidido cancelar su última clase de baile a tan solo dos días del enlace matrimonial con motivo de los nervios que estaría viviendo Tamara en las horas previas a la ceremonia. Según la colaboradora, para no aparcar por completo los ensayos, habrían grabado un vídeo de su última clase para poder practicar los pasos y la coreografía acordada en casa, intentando así dejar a un lado la incertidumbre y la «ansiedad» de cara al gran día.
Tamara Falcó e Iñigo Onieva / Instagram
Sin duda, pese a que los nervios parecen estar a flor de piel, Tamara e Iñigo no han dejado en ningún momento de estar sumergidos en un sinfín de preparativos que dejarán con la boca abierta a muchos de los invitados. De hecho, esta semana, la casa de Isabel Preysler se ha convertido en un centro de operaciones y movimientos continuos, con el fin de ultimar los detalles de la boda. Paquetes, flores y firmas de moda han sido protagonistas de un constante trasiego en Villa Meona en vísperas del gran día de la aristócrata.
El romántico gesto de Tamara con Iñigo en redes
Más allá de los nervios, Tamara Falcó ha publicado hace tan solo unas horas un carrusel de fotografías junto a Iñigo Onieva en su perfil oficial de Instagram. Escribiendo un emoji de un corazón blanco bajo las imágenes, la marquesa de Griñón se ha puesto romántica recordando algunos de los momentos de la fiesta de su pedida de mano junto a sus familiares y amigos que le acompañan en esta etapa tan importante de su vida.
Y es que, el camino hacia el altar no ha sido nada fácil para Tamara e Iñigo. Después de haber pasado todo tipo de adversidades en los últimos meses, el amor ha vencido, dejando los contratiempos y los malos momentos aparcados en el pasado. Así, el próximo 8 de julio, iniciaran una nueva etapa como marido y mujer en el Palacio de El Rincón, el enclave familiar que será testigo de uno de los eventos más esperados del año para la crónica social del país y para los más de 200 privilegiados invitados.