Poco más de dos meses quedan para que Tamara Falcó se dé el «sí, quiero» con Íñigo Onieva. Una recta final hacia el altar que comenzaba el pasado sábado, cuando tenía lugar la fiesta de petición de mano en la casa de Isabel Preysler, en la que se reunían las familias de los novios por primera vez para hacer una toma de contacto previa a la ceremonia nupcial. Un festejo sobre el que todas las miradas estaban posadas y del que pocos detalles habían salido a la luz hasta ahora, cuando Tamara Falcó reaparecía en El Hormiguero como cada jueves para ser una de las integrantes de La Tertulia.
Tan solo unos segundos después de comenzar esta sección del programa de las noches de Antena 3, la marquesa de Griñón tomaba la palabra para aclarar que «fue fenomenal» la fiesta en cuestión. Un momento en el que ha reclamado la atención de las cámaras para enseñar el regalo que le había hecho la familia de su prometido, una pulsera dotada de un gran valor tanto económico como sentimental: «Son rubíes, la ha hecho el tío de Íñigo porque es escultor, la ha hecho a mano y han escogido esta piedra porque es la del amor. Han puesto una por cada hermano que tengo, que son ocho, somos nueve en total. Es un detallazo de su familia hacia mí», comenzaba explicando la hija de la conocida como «reina de corazones», visiblemente orgullosa de un regalo que parece ser ya un amuleto de la suerte para ella.
Pero lejos de dejar ahí su testimonio, la hermana de Ana Boyer ha seguido desvelando algunas de las minucias de la celebración: «Habíamos convocado a las nueve a todos, y a las 21:01 ya estaban llamando los Onieva a la puerta. Pero esa no es la puntualidad de las Preysler, yo a lo mejor tardé cinco minutos, mi hermana media hora tarde y mi madre cuando pudo…», comentaba entre risas, dejando entrever que la que fuera esposa de Carlos Falcó había tardado más de la cuenta en atender a sus invitados, aunque eso no pareció importarles en absoluto: «Desde el principio hubo muy buen rollo, y la verdad es que coincidimos mucho antes de la boda, así que genial. Fue súper chulo», repetía.
Por otro lado, Tamara ha hecho referencia a los momentos más emotivos de la velada, entre los que están los tres discursos de sus seres queridos: «Hicimos discursos, fue súper emotivo. Los Falcó somos muy chapas en ese aspecto, y estuvimos cogiendo carrerilla para la boda», aseguraba, indicando además que fueron 25 los invitados en total, los cuales disfrutaron de una degustación de comida en unas vajillas que Miguel Boyer trajo de China. Y para poner el broche de oro a la cita, el grupo Third Floor fue el encargado de poner la música: «Hubo musicón, un grupo por sorpresa. Fue Íñigo el que les llamó y mi primo también (…) La fiesta acabó a las 04:00 horas», zanjaba la protagonista, ahora a la espera de que llegue el gran día de comenzar una vida matrimonial junto al empresario.
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