Han pasado dos meses y medio desde que Tamara Falcó e Iñigo Onieva se dieron el «sí, quiero» en el Palacio de El Rincón. Un lugar emblemático con una gran historia familiar detrás que reunió a más de 400 invitados para celebrar, por todo lo alto, el matrimonio de la marquesa y el empresario. Sin duda un día inolvidable para todos los que tuvieron el privilegio de estar presentes, disfrutando de un sinfín de detalles que a día de hoy siguen acaparando diferentes titulares de la crónica social del país. Sin ir más lejos, en los últimos días, la hija de Isabel Preysler ha mostrado su faceta más nostálgica en las redes, compartiendo con sus seguidores de Instagram fotografías del día de su boda que hasta ahora no habían visto la luz.
Entre todas las imágenes, Tamara ha publicado el menú íntegro con el que degustó a todos sus invitados. Un menú que en las últimas semanas ha generado diferentes críticas por parte de sus compañeros de El Hormiguero, quienes coincidieron en riguroso directo en que la cantidad del plato principal elegido fue bastante «escueta». No obstante, y pese a ser receptora de este tipo de comentarios, la marquesa de Griñón ha sacado pecho y ha publicado el menú nupcial que escogió junto a Iñigo, mostrando el diseño de los carteles que aparecían en cada mesa del banquete, manifestando cierto orgullo.
Se comenzó por hojas de verano y quisquillas y esencias de hierbas, acompañado de un Rioja elaborado directamente en los viñedos de Xandra Falcó. A continuación, como plato estrella, sirvieron un pichón asado trufado, tembloroso de setas, gnoquis de Idiazábal y estofado de trigo. En esta ocasión, en honor a Carlo Falcó, el vino que lo acompañado era Marqués de Griñón AAA 2013 (D.O.Valdepusa). Haciendo de nuevo homenaje al padre de la novia, se sirvió el postre chocolate y Oliva Marqués de Griñón y el cóctel Zacapa 23 Espresso Martini, dando un último toque de sabor a todos los comensales.
Los aperitivos, los cuales fueron más abundantes que el plato principal según los colaboradores de El Hormiguero, se basaron en un talo de langosta y flores, néctar de rosas y aroma, seguido de espárragos en texturas y macarons de flores. Por último, «limón de grass», erizo en texturas, nori y caviar, nigirs, sardinas bilabínas, txipi pelayo, bogavante sake y txakoli, atún y piparras y salmonete sagardoa y lima.
Más allá de desvelar el menú, la aristócrata también ha querido hablar de la caligrafía que se creó en exclusiva para crear y personalizar los sobres y las invitaciones, al igual que el tipo de letra donde se podía leer el menú nupcial. Además, Tamara Falcó ha dedicado unas palabras a explicar cómo decoraron el salón donde tuvo lugar el festejo. Según ha comentado, decidieron pintar las paredes con un mural que llamó mucho la atención de los presentes: «El salón del Rincón estaba vacío y por esa razón decidimos hacer un mural con motivos que definen el espacio inspirado en su historia y esencia. Como es el caso del oso panda, que tanto ha dado de que hablar en @elhormiguero», escribe, indicando que los profesionales del arte contratados fueron los encargados de personalizar manualmente una obra única para el enlace matrimonial.